La nueva ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha indicado que el Gobierno no descarta subir los impuestos para mejorar las políticas sociales, si bien ha apuntado que es un debate que no se ha abordado en el primer Consejo de Ministros del Ejecutivo celebrado este viernes.
En su primera rueda de prensa tras la reunión del Gobierno, la ministra portavoz afirmó que "ciertamente hay posibilidad" de que el Ejecutivo suba los impuestos, y añadió que esta cuestión "está trabajada" con muchas comunidades autónomas con el fin de mejorar las políticas sociales, "respetando" eso sí los Presupuestos Generales del Estado de 2018, tal y como se ha comprometido Pedro Sánchez.
Las declaraciones de Celaá contrastan con las de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ayer jueves. Preguntada por si subiría los impuestos, Montero dijo que "no" porque "en este momento lo más importante para 2019 es que seamos capaces de ver que la evolución económica puede aportar los recursos suficientes para intentar atender las necesidades que los ciudadanos".
El programa del PSOE contempla disparar impuestos
Hay que tener en cuenta que el PSOE contempla una gran batería de subidas fiscales en su programa político. En concreto, el partido de Pedro Sánchez planeaba aumentar la fiscalidad en 6.500 millones en sus Presupuestos alternativos para 2018, presentados antes de la moción de censura. Tanto es así, proponía que la presión fiscal en España aumentara al 42% del PIB, frente al 38% del proyecto presupuestario del PP, con medidas como que las grandes corporaciones paguen un tipo efectivo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades del 15% y elevar el IRPF hasta el 52% para las rentas superiores a los 150.000 euros.
Los 6.420 millones se recaudarían a través del IRPF (1.900 millones) por la progresiva equiparación de los tipos impositivos en las rentas del trabajo y rentas de capital; cerca de 4.000 millones con el tipo mínimo del 15% en Sociedades, y otros 600 millones en tributación medioambiental con la equiparación del diésel y la gasolina.
A estos 6.500 millones se sumarían otros 1.500 millones de recaudación por la lucha contra el fraude, lo que totalizará los 8.000 millones de ingresos complementarios fiscales previstos por el PSOE en sus Presupuestos alternativos.