Pedro Sánchez ha confiado el Ministerio de Hacienda a María Jesús Montero. Nacida en 1966, dio el salto al gobierno andaluz en 2004, de la mano de Manuel Chaves. Tras pasar por la consejería de Salud y mantenerse en el cargo bajo gobierno de José Antonio Griñán, Montero pasó a dirigir el área de Hacienda y Administraciones Públicas en 2013, con Susana Díaz como superiora.
En estos cinco años, Montero ha consolidado un modelo de impuestos altos que sitúa a Andalucía entre las regiones menos atractivas de España desde el punto de vista fiscal. Según el Consejo General de Economistas Asesores Fiscales, una renta bruta de 30.000 euros paga 4.974 euros de IRPF en Andalucía, frente a los 4.829 de Madrid.
Desde 2013 hasta 2017, la nueva ministra apostó igualmente por mantener el Impuesto de Sucesiones más alto de España. Sin embargo, a raíz de la presión ejercida por Ciudadanos, el gobierno socialista de la región sureña terminó aprobando una reducción de hasta un millón de euros que, desde 2018, ha igualado el tratamiento de las herencias en Andalucía con las normas vigentes en Madrid o Canarias.
Sin embargo, lo que no ha hecho Montero es reducir el Impuesto de Donaciones de forma equivalente. Así, un padre que legue a su hijo un patrimonio de 800.000 euros pagará 210.000 euros al fisco andaluz, más que en ninguna otra región española. Aquí sí se aprecia la diferencia con territorios como Madrid o Canarias, donde este tributo está bonificado al 99%.
Andalucía también se coloca a la cabeza en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y en el gravamen de Actos Jurídicos Documentados. Para una transacción de 150.000 euros, el primero de estos tributos supone en Andalucía un desembolso de 12.000 euros, mientras que la segunda de estas figuras fiscales acarrea un pago adicional de 2.250 euros. Por comparación, en Madrid serían 9.000 euros de ITP y 1.125 de AJD.
Si calculamos el Índice de Frank, que mide el esfuerzo fiscal al poner en relación la recaudación tributaria con el PIB per cápita, encontramos que el marco de impuestos altos que ha venido aplicando Montero supera en un 44% el promedio nacional. Y es que, frente a un Índice de Frank de 0,16 puntos para toda España, Andalucía se mueve en 0,23, solo por detrás de Extremadura y sus 0,25.
Descarta subir impuestos, por ahora
Por otro lado, justo antes de asumir el cargo, Montero ha descartado por el momento subir impuestos y ha abogado por ver si la evolución económica puede aportar los recursos suficientes para sufragar el estado de bienestar. "No, en este momento lo más importante para 2019 es que seamos capaces de ver que la evolución económica puede aportar los recursos suficientes para intentar atender las necesidades que los ciudadanos".
También ha indicado que su principal objetivo es que la recuperación económica "se perciba por las familias", en forma de servicios públicos, mayores oportunidades para el empleo y que el ciudadano vea que la política "es sensible ante sus problemas y que tenemos capacidad de devolverles al menos parte de ese esfuerzo que todo el mundo hizo en la crisis".
En cuanto al Cupo Vasco, ha señalado que "es una cuestión que habrá que verla en su momento", si bien ha insistido en que en la actualidad la configuración de los PGE "se va a respetar". "Ese debate está superado, hay que hablar del momento posterior y empezar a hablar de qué va a ocurrir con las cuentas públicas de 2019, cómo se va a comportar la recaudación y cuáles van a ser las prioridades de gasto", ha agregado. Y en materia de financiación autonómica, la nueva titular de Hacienda ha abogado por plantear criterios de equidad y reparto "justo" de todos los recursos para que los ciudadanos se beneficien del estado de bienestar, algo que "va a presidir el debate".