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Valencia instala cámaras en sus autobuses para denunciar a los coches

Las cámaras funcionarán de forma parecida a los sistemas de radar.

Las cámaras funcionarán de forma parecida a los sistemas de radar.
También se usarán para grabar accidentes de tráfico | EMT Valencia

72 autobuses urbanos de Valencia contarán con cámaras se seguridad para evitar el vandalismo dentro de los vehículos y para evitar robos, pero también para poder denunciar a los coches que realicen paradas o estacionamientos en un carril bus. De esta manera, cuando una de estas cámaras capte a un vehículo mal estacionado, lanzará una denuncia voluntaria, algo similar a lo que ocurre con los sistemas de radar.

Desde 2016, Valencia permite a los inspectores de la empresa de autobuses -la EMT- denunciar a los vehículos que paren o estacionen en un carril bus. Los inspectores solo tienen que hacer una fotografía al coche en la que se vea la matrícula y se procede a la denuncia. Ahora, el siguiente paso es convertir a los autobuses en guardias de tráfico para denunciar este tipo de situaciones. También se usarán para grabar accidentes de tráfico y poder esclarecer quién fue el culpable. La Policía Local de Valencia también cuenta con cámaras muy parecidas situadas en los vehículos policiales para denunciar las imprudencias que los conductores pueden cometer en un carril bus.

Ya se prohibió en San Sebastián

San Sebastián intentó algo muy parecido en 2011. Los autobuses urbanos de la ciudad llevaban instalados unas cámaras rotativas que grababan la cabina del conductor y el resto de la calle. La razón de ser de estas cámaras fue la de denunciar a aquellos vehículos que estuvieran estacionados en al carril bus.

Sin embargo, la Agencia de Protección de Datos del País Vasco denunció estás cámaras y la investigación se saldó con una multa de 20.000 euros para la Compañía del Tranvía, empresa municipal que gestionó su uso, por una falta "muy grave". Las cámaras solo estuvieron en funcionamiento dos años, pero la investigación determinó que su uso fue más allá del objetivo inicial, que consistía en tomar nota de las matriculas de aquellos coches estacionados o parados en el carril bus.

Las cámaras grabaron recorridos completos, atravesando todas las calles -solo estaba permitido el uso en las arterias principales- y filmando a personas. "Se recogieron imágenes de la calzada, la vía, las aceras. Es algo escandaloso", afirmó Ignacio Pariente, entonces presidente de la Agencia Vasca de Protección de Datos.

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