Karin Svanborg-Sjövall dirige desde hace varios años TIMBRO, el think tank liberal más importante del Norte de Europa. Libre Mercado asistió a su reciente charla ante el Parlamento Europeo, enmarcada en el Economic Freedom Summit, para conocer de primera mano sus impresiones sobre el futuro del proyecto comunitario, fuertemente cuestionado en los últimos años. A continuación recogemos sus valoraciones más interesantes.
- ¿En qué situación está la Unión Europea?
Nunca hay que desperdiciar una buena crisis. La última vez que la UE enfrentó una situación socioeconómica compleja, la respuesta fue desarrollar el Mercado Único. Hoy en día, debemos volver a preguntarnos cuál es la manera de seguir adelante. Lo más lógico sería reconocer que el Mercado Único ha sido un gran logro, pero no está completo. Hay que cuestionar el status quo de la política europea y promover una integración basada en el comercio y la liberalización de la economía comunitaria.
- ¿Qué modelo de UE defienden los liberales?
Margaret Thatcher veía la UE como una asociación de Estados soberanos. En gran medida, reproducía la mirada intergubernamental que propuso Friedrich Hayek cuando habló de la forma ideal de federar a distintas naciones. La base era la competencia en un contexto de amplificación de la libertad económica. Esto es sustancialmente distinto de lo que hoy se defiende en Bruselas, con una continua insistencia en armonizar y unificar.
- ¿Está esa mirada liberal en la agenda o vamos por el camino opuesto?
En vez de desregular, parece que solo sabemos sobrerregular. En vez de una Sociedad del Bienestar, parece que solo nos interesa el Estado del Bienestar. Sigo mirando con cierta esperanza el proyecto europeo, pero las cosas tienen que cambiar o, de lo contrario, lo que estamos promoviendo es una federación cada vez más intervencionista, es decir, una UE cada vez menos liberal.
- ¿Hay algún político defendiendo un modelo de integración más coherente con el ideal liberal?
Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos, ha pedido recientemente que Bruselas vuelva a los orígenes. Una asociación liberal de países debe basarse en transferir ciertos poderes de forma clara y limitada. El principal problema que tenemos hoy es que la UE está asumiendo más y más poderes, generando duplicidades e incluso intrusismo en la política económica de las naciones.
- ¿Le preocupa el creciente poder que tienen ahora las instituciones de Bruselas?
Es preocupante que se están minando principios esenciales de todo sistema democrático, como por ejemplo el establecimiento de pesos y contrapesos. Me temo que no hay frenos efectivos al poder de las instituciones europeas. Esto es un error. Bruselas debe estar a nuestro servicio, al servicio de los ciudadanos y de los países miembros, nunca al revés.
- ¿Cómo valora los programas de "rescate" que tanto ruido político y fiscal han generado?
Quizá no tenemos que crear tantas burocracias para "rescatar" con un enorme coste a aquellos países de la UE que están en dificultades. Quizá hay que limitarse a aplicar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que sienta las bases para la disciplina fiscal, limitando el alcance que pueden tener la deuda y el déficit.