"Ten cuidado con lo que dices, te estamos vigilando". Este fue uno de los tuits que recibió Lucía Mira (pseudónimo) en su cuenta de Twitter antes de que fuera suspendida y cancelada definitivamente por la dirección de la red social en España. En su perfil, con más de 10.000 seguidores, esta catalana se hacía llamar Zooropina. Tras un año de acoso en las redes, ella y otros tuiteros con cuentas eliminadas se han plantado y han decidido contar cómo funcionan y se organizan los denominados trolls en el argot informático, perfiles que coartan la libertad de expresión mediante mensajes de odio, insultos y amenazas dirigidas a aquellos que no piensan como a ellos les gustaría.
"Todo empezó en junio del año pasado. Yo soy bastante crítica con el feminismo actual y el independentismo catalán. Eran mis opiniones y no le faltaba el respeto a nadie. Sin embargo, he sido censurada por Twitter". Según relata esta joven administrativa y youtuber nacida en Barcelona, "el modus operandi para ponerte el bozal lo tienen muy estudiado. Primero te seleccionan a través de robots que buscan palabras clave para ver qué personas están hablando sobre este tema. Posteriormente, te comienzan a insultar buscando que interactúes y les contestes. Si respondes a las provocaciones, estás perdida porque te lanzan un horda de trolls que comienzan a reportarte de forma masiva a Twitter. Cientos de cuentas a la vez denuncian que estás promulgando el odio en las redes y la plataforma te bloquea sin pensarlo ni revisar tu contenido", explica la barcelonesa.
A Zooropina apenas le dio tiempo a reaccionar. Al parecer, se encontraba en la Feria de Sevilla cuando empezó a recibir insultos y amenazas en su red social. "En diez minutos, Twitter me envió un mensaje de que estaba bloqueada por 12 horas. Acto seguido, a los 20 minutos, me informó de que mi cuenta había sido cancelada definitivamente", comenta Mira. En base a las indagaciones que realizó posteriormente, la catalana tiene claro quiénes están detrás de los ataques masivos en Twitter que ha padecido ella y muchas otras cuentas: "Son claramente personas de izquierdas, afines a Podemos, feministas, comunistas, republicanos, independentistas, aliados o veganos. Quieren ganar el discurso, pero sin argumentos y haciéndote callar".
La tuitera tiene claro lo que estos efectivos trolls significan para ella, ya que los califica de "auténticos matones que poseen multicuentas. Liberticidas que dominan las redes y van de justicieros sociales". Zooropina denuncia que Twitter no "haga nada" contra estas personas, que incluso, tal y como afirma, "le han llegado a desear una violación o que la maten". "No lo entiendo. Esta banda de odiadores ha cercenado mi libertad y, además, se jactan de que te han conseguido echar de Internet poniéndote un R.I.P y una esquela en la que se puede leer 'ya hay una basura menos en el ciberespacio'".
Otro caso flagrante quizás sea el del tuitero "Verdadesofenden" . Con más de 35.000 seguidores su cuenta fue repentinamente cancelada. José Luis S. Saliquet, empresario ibicenco y columnista, es quien está detrás ese alias en Twitter –o estaba–.
Su relato es similar al de Zooropina. "Cuando sucedió el atentado en Londres donde mataron a Ignacio Echeverría, "el héroe del monopatín", expresé claramente mi opinión sobre el alcalde de la ciudad inglesa, quien decía que se debe huir de los terroristas y no enfrentarse. Le restó así importancia al acto de suma valentía de Echevarría y enlacé su perfil y lo critiqué". Saliquet deja claro que "jamás insultó a nadie". Tras los tuits donde criticaba el islamismo, el ibicenco asegura que recibió miles de reportes pidiendo su bloqueo y destierro de la red social.
El tuitero, además, tiene claro quiénes son los artífices que promueven la vigilancia de los discursos contraizquierdistas: "Son cuentas robots, bots en la jerga de los programadores informáticos. Conocen los algoritmos de la red social. Son trabajadores en su mayoría de Podemos. Lanzan temas que se convierten en Trending Topic rápidos por la velocidad a la que trabajan estos perfiles robots", según indica. En esta línea, también fichan las cuentas exitosas que están divulgando contenido que puede perjudicarles y así lanzan en masa bandas de bots trolls que trituran tu cuenta". Ahora, él mismo narra cómo utiliza trucos poniendo guiones entre las palabras para que "no lo encuentren".
Tras un año intentando reabrir su cuenta, finalmente Saliquet estrena un nuevo perfil. Zooropina garantiza que hay muchas personas a las que los trolls han conseguido cerrar también sus perfiles y da nombres: "@uriel, @xiomara, @davamorgana, son chicas a las que las trolls feministas les han atacado con cientos de reportes. Se han quedado sin cuenta", asevera la catalana.
Parece ser que este tipo de acciones son aprendidas de los haters estadounidenses quienes llevan años trabajando en la destrucción de perfiles que no sean afines a sus ideales. Le sucedió al popular periodista Milos Yiannopoulos, muy crítico con las feministas americanas. Sus frases contra las feministas provocaron que Twitter le cerrara su cuenta con más de 300.000 seguidores en diciembre de 2015.
Al año siguiente, Yiannopoulos pudo reactivar su cuenta. Sin embargo, ciertos comentarios sobre el islamismo y sobre la actriz Leslie Jones volvieron a provocar el cierre de su cuenta tras los miles de reportes que recibió Twitter denunciando al periodista de "racista y supremacista blanco". Él mismo calificó de desproporcionada la cancelación de su cuenta y reveló que organizaciones como Black Lives Matter lanzan contenido racista contra los blancos y "no les sucede nada".
Silicon Valley, ¿de izquierdas?
¿Estaríamos ante una doble vara de medir? En España, Zooripina o La Verdad Ofende creen que sí. No entienden cómo Twitter es benévolo "con cuentas que sólo se dedican a trolear y a hacer la vida imposible a los que no piensan como ellos".
En un comunicado en el blog de Twitter, el departamento de comunicación de la plataforma ha anunciado una nueva estrategia con respecto al "tratamiento del odio en su red social". Sus fundadores, Evan Williams y Biz Stone, desean "mejorar la salud de la conversación pública en Twitter".
El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, también se pronunció recientemente sobre la censura y el cierre de páginas en su red social. Preguntado por el senador republicano Ted Cruz sobre la clausura de portales en Facebook con opiniones de derechas, el programador contestó que "Silicon Valley es un lugar inclinado extremadamente hacia las ideas políticamente correctas de izquierda". El CEO de Facebook alegó "que eso mismo le supone una gran preocupación, ya que no quiere que su red social tenga ningún sesgo ideológico". Ante todo, estos extuiteros dan un consejo para soportar el ataque de trolls: "Bloquear y no contestar de ningún modo. Es su juego, es lo que quieren, acabar con tu presencia online".