En apenas cinco años, Irene Montero ha pasado de ser una gran desconocida a convertirse en una de las caras más relevantes del comunismo ibérico. Ese fulgurante crecimiento en las filas de Podemos se ha reflejado en un progresivo crecimiento de sus ingresos, que se han multiplicado de forma exponencial desde que entró en política.
La declaración de bienes elaborada por Irene Montero en el año 2015 recoge sus rentas salariales del año 2013. A lo largo de dicho ejercicio, la pareja del líder de la formación morada, Pablo Iglesias, obtuvo unos ingresos de 10.278 euros. El concepto de dichos honorarios fue el cobro de una beca de investigadora de la Universidad Autónoma.
Ese mismo año, Montero declaraba tener a su nombre un vehículo con un valor de compra de 19.896 euros, así como una cuenta corriente con un saldo de 12.093 euros. A lo largo del curso 2013, la declaración de Montero reconoce que pagó apenas 54 euros de IRPF, lo que arroja un tipo efectivo del 0,4%.
Un año después, a finales de 2016, la líder podemita presentó su declaración de bienes correspondiente al año 2015. Esta vez, el documento desglosaba dos conceptos salariales: por un lado, una nueva dotación como becaria de la UAM, valorada en 3.407 euros; por otro lado, una retribución de 16.504 euros, correspondiente a su trabajo en Podemos. En total, 19.911 euros.
En 2015, la cantidad pagada por Irene Montero en concepto del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas ascendió a 2.349 euros. Si calculamos el tipo efectivo ligado a esta liquidación, encontramos que la política comunista abonó al fisco un tipo efectivo del 11,8%. En cuanto a sus bienes, Montero afirmaba tener una cuenta corriente en el Banco Santander con un saldo de 14.863 euros y otra en la misma entidad con 537 euros depositados. Además, decía compartir una cuenta en ING Direct con un saldo de 2.430 euros. Por otro lado, aclaraba que su vehículo es un Volkswagen Golf.
La siguiente declaración de bienes e ingresos de Irene Montero salió a la luz en 2017, ya como diputada del partido de izquierda radical. Su salario como representante de Podemos en las Cortes ascendió a 76.903 euros, mientras que su pago de IRPF fue de 23.102 euros, lo que arroja un tipo efectivo del 30%. Este año, su cuenta compartida en ING Direct había "engordado" hasta los 4.397 euros, mientras que una de sus cuentas en el Banco Santander había sido cancelada y otra mantenía un saldo favorable de 14.554 euros.
Pero la última información oficial sobre los ingresos y el patrimonio de Irene Montero corresponde a la declaración que ha hecho pública en mayo de 2018, coincidiendo con la polémica compra de un chalet a las afueras de Madrid por la que tanto ella como Pablo Iglesias tienen previsto desembolsar más de 600.000 euros.
Dicho documento eleva a 83.291 euros el salario anual percibido por Montero como diputada del Congreso, mientras que arroja un pago de IRPF de 26.428 euros, lo que se traduce a su vez en un tipo efectivo del 31,7%. Más significativo es el crecimiento que han experimentado sus cuentas bancarias: aunque ya no desglosa dichos depósitos, afirma tener cuatro cuentas corrientes con un saldo total de 38.035 euros.
Así las cosas, si comparamos la declaración de 2018 con la de 2013, vemos que Irene Montero ha multiplicado por ocho sus ingresos (de 10.278 a 83.291 euros) y ha triplicado el saldo favorable de sus cuentas corrientes (de 12.03 a 38.035 euros). Un salto muy significativo que se explica por su entrada en política y su exitosa carrera como dirigente de Podemos.