Amazon es el gigante del comercio eléctrico, esto nadie lo duda. Desde hace varios años no se mueve del Top 5 en el ranking que mide a las empresas estadounidenses más valiosas -ha superado a Microsoft y a Google en valor de mercado-. En el país norteamericano, de cada dólar que se gastan los usuarios comprando por internet, 40 céntimos recaen en Amazon. Es decir, la compañía aglutina el 40% de todas las ventas online en EEUU.
Jeff Bezos, CEO de la empresa, no se conforma con mantener lo que tiene, sino que ahora quiere asaltar el mercado de la alimentación. Hace un año, compró la cadena Whole Food con la finalidad de competir con Wallmart -la empresa de supermercados más grande de EEUU-. El gigante electrónico quiere cambiar la tendencia que indica que el 85% del comercio minorista se realiza en tiendas físicas.
A pesar de probar con Amazon Fresh, una plataforma de venta de productos frescos, la compañía sigue sin consolidarse en el sector alimentario. Sin embargo, la compra de Whole Food por 13.700 millones de dólares en junio de 2017 podría ser la clave para que la empresa de Bezos consiga el éxito que desea en la venta de alimentos.
Los miembros de Prime en EEUU disfrutarán de un descuento del 10% en las compras en Whole Food. De esta manera, cada usuario Prime de Amazon -en España cuesta 19,99 euros al año- se ahorrará un 10% en sus compras. Esta estrategia está ideada para impulsar los registros de usuarios Premium y también para competir con Wallmart, el gran gigante del comercio tradicional. Por otro lado, Bezos quiere convertir todos los supermercados Whole Food en puntos de entrega de envíos. De esta manera, si un cliente no va a estar en casa, puede ir a recoger su compra al supermercado más cercano, así también invitará a los usuarios a entrar y comprar otros productos.
Nuevo impulso para Amazon Fresh
Asimismo, la estrategia para impulsar la plataforma Fresh pasa por envíos más rápidos. Amazon está contratando a conductores de Uber por 18 dólares la hora para que distribuyan pedidos de comida en menos de dos horas. El problema que existía antes era logístico, pero con Whole Food está solventándose. De esta manera, cuando un usuario haga una compra en Fresh, un conductor de Uber irá al supermercado Whole Food más cercano y después a la dirección de entrega. La idea es crear un híbrido entre el comercio tradicional y el electrónico en los supermercados de la compañía.
Los usuarios Prime se beneficiarán de descuentos, los centros de Whole Food les servirán como puntos de recogida de paquetes y, además, serán centros logísticos de Amazon Fresh, garantizando el envío en menos de dos horas. Por el momento, esta estrategia no está presente en todo el país y comenzará a probarse en pocos estados para ir expandiéndose con el tiempo... Primero a EEUU y, después, posiblemente, a otros muchos países.