La tasa Google que el Gobierno prevé aprobar a la vuelta del verano para tratar de financiar la subida de las pensiones públicas será mucho más amplia que la que plantea la Comisión Europea. Según publica este miércoles Mercedes Serraller en Expansión, el Ministerio de Hacienda quiere gravar toda la economía digital que opera en España mediante un nuevo impuesto del 5% sobre las ventas de empresas tanto nacionales como extranjeras.
Afectará a todas las compañías que rebasen un determinado nivel de facturación, aún por determinar, pero que, en todo caso, será muy inferior al que propone Bruselas –750 millones de euros en total y 50 millones en la UE–.
Así pues, la polémica tasa no se dirigirá tan sólo a gravar la actividad de las grandes tecnológicas de Silicon Valley, como Google, Apple, Amazon o Facebook, sino que se ampliará a toda la economía digital. En concreto, según el citado diario, este nuevo tributo gravará la intermediación, la publicidad, la venta de datos y la prestación de servicios, y se impondrá a todas las compañías que operen en España, aunque no estén físicamente en territorio nacional.
Escolano: "Irá en la línea" del resto de países europeos
Preguntado por este asunto, el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Román Escolano, ha explicado que los técnicos de Hacienda están trabajando en el diseño de este impuesto que irá "en línea" con lo que han aprobado ya otros grandes países europeos, sin esperar a los resultados de los debates del Ecofin y la OCDE sobre este tributo, y en los márgenes de lo trasladado a Bruselas.
"Los servicios técnicos del ministerio de Hacienda están trabajando en los márgenes en los que el Gobierno ha anunciado para incluir esta figura", ha aclarado Escolano en declaraciones a los periodistas antes de intervenir en el Pleno del Congreso, donde se celebran las últimas votaciones de secciones de los Presupuestos de 2018.
Escolano ha explicado que la tasa Google ya existe en otros países "al margen" del debate en el Ecofin sobre el asunto, ya que lo han implantado de forma nacional. "España ha manifestado el interés de seguir esta vía, avanzar de forma nacional en paralelo al debate europeo", ha precisado.
Según lo trasladado por el Gobierno a Bruselas, el nuevo gravamen se aplicará únicamente a empresas con un elevado importe de ingresos anuales, de forma que no grave a las pymes, y sólo gravará por los ingresos derivados de la prestación de determinados servicios digitales, que son los más difíciles de capturar por los sistemas tributarios vigentes.