España es un país de propietarios. El alquiler no acaba de convencer a los españoles, que siguen prefiriendo comprar. Ha sido la escalada del precio de los arrendamientos lo que ha resucitado la creencia "de que vivir de alquiler es tirar el dinero", asegura el portal inmobiliario Fotocasa en su último informe "Radiografía del mercado de la vivienda 2017-2018". El estudio revela que el 40% de los encuestados abogan por esta idea, frente al 35% de un año antes.
"Venimos viendo desde hace tiempo a través de diferentes informes que la mentalidad de los españoles está cambiando a favor del alquiler. Pero según los datos de este estudio, se observa que esta tendencia se ha frenado", asegura la directora de Estudios de Fotocasa, Beatriz Toribio.
Tanto es así, que en el último año, la demanda de vivienda de alquiler ha caído un 36%, mientras la oferta se mantiene estable. Así, mientras en 2017 había un 14% de personas mayores de 18 años que había alquilado o buscaba alquilar una vivienda, en 2018, ese porcentaje es del 9%.
El motivo de esta caída en la demanda del alquiler se explica porque hay menos proporción de jóvenes activos en el mercado, sus principales clientes. En concreto, la proporción de jóvenes entre los 18 y los 24 años que vive de alquiler o está buscando alquilar ha pasado el 29% al 15%, mientras que entre los 25 y los 34 años esa cifra ha caído del 28% al 19%.
Pero esto no significa que se haya producido un trasvase del alquiler a la compra de vivienda, un mercado que se mantiene en niveles similares al año anterior. Entre los más jóvenes optan por "quedarse en casa de sus padres o vivir en la casa que tienen sus parejas en propiedad", explicó ayer lunes Toribio en la presentación del informe.
Los precios tocan techo
Que los alquileres hayan registrado en nuestro país subidas históricas que no veíamos desde 2006 es la principal razón de este reciente rechazo al alquiler. En 2017, el precio de los alquileres subió de media un 9%, aunque en algunas grandes ciudades los precios han alcanzado los niveles máximos de los años del boom. Por ejemplo, "en los últimos cuatro años, en Madrid y Barcelona el precio de los alquileres ha registrado subidas del 30% y del 40%, respectivamente", señaló Toribio.
La subida es tal, que los precios en estas dos ciudades "están cerca de tocar techo". Mientras los alquileres se disparan, "los sueldos no lo hacen a ese nivel. El poder adquisitivo de los españoles no da para más, no pueden asumir esos precios", apuntó la experta.
Toribio asegura que en zonas concretas de Barcelona, como Ciutat Vella y el Eixample, y en el distrito Centro de Madrid ya han empezado a observarse "bajadas interanuales de los precios", aunque todavía es pronto para hablar de punto de inflexión.
El 54% de los encuestados cree que los alquileres han subido tanto que ya compensa más pagar una hipoteca que un alquiler, opinión que apoya especialmente el segmento de 25 a 34 años. Tan sólo un 11% de la población está en desacuerdo con esta afirmación. Respecto a la rentabilidad, los que creen que comprar una vivienda es una buena inversión son el 53% frente al 44% de 2017 y los que están de acuerdo es que es la mejor herencia que se le puede dejar a los hijos pasa del 39% al 47%.
¿Cuántas viviendas tienen los españoles?
Según el informe, el 66% de los españoles es propietario de al menos una vivienda.Al detalle se observa que el 51% de los españoles mayores de 18 años tiene una casa; el 12%, tiene dos y un 3%, más de dos. Otro dato es que un 34% de la población mayor de 18 años no dispone de vivienda en propiedad frente a un 15% que dispone de 2 o más viviendas.
Si se analizan los usos de estas viviendas, se observa que un 75% de las viviendas en manos de particulares se destinan a residencia habitual, un 12% a segunda residencia, un 8% se alquilan a terceros como residencia habitual, un 1% se destina a alquiler (repartiéndose de forma muy equitativa el alquiler de segunda residencia y el alquiler por cortos periodos de tiempo). Destaca el 4% de viviendas en manos de propietario particulares a las que actualmente no se les da un uso concreto se mantienen principalmente vacías.