El español Luis Espinosa Goded es uno de los profesores más brillantes de la Universidad Francisco de Quito, el centro de educación superior más prestigioso de Ecuador. Libre Mercado se ha entrevistado con él para hacer balance de la delicada situación que atraviesa el país, fuertemente golpeado por el "socialismo del siglo XXI" que impulsó el ex presidente Rafael Correa.
- ¿Qué balance hace de la Era Correa en el terreno económico?
El correísmo ha sido nefasto para la economía de Ecuador. Era un modelo basado en los altos precios del petróleo, que a su vez permitieron un mayor endeudamiento público. El crecimiento se consiguió a base de duplicar el tamaño del Estado, hasta hacerlo absolutamente ineficiente e insostenible. Y ese fuerte crecimiento del Estado ha sido letal para empresas y familias, puesto que se produjo la multiplicación de las agencias de control desde la que se hostiga al sector privado. Todo esto ha aislado a la economía ecuatoriana del exterior y también ha ido de la mano de un programa de infraestructuras inútiles, ineficaces, marcadas por los sobrecostes y la corrupción. El resultado es un Estado sobre endeudado, con una dimensión inabarcable, sin capacidad ni programas que mejoren la productividad… De modo que la empresa privada está lidiando con unas instituciones difícilmente compatibles con el progreso.
- ¿Hubo reducción de la pobreza y, si la hubo, fue sostenible y fue mayor que en anteriores gobiernos?
Sobre la reducción de la pobreza en Ecuador, hay que señalar que este es un proceso que empezó a darse con fuerza en el año 2000, con la dolarización de la economía, y también hay que apuntar que, del 2000 al 2007, esa caída de la pobreza se produjo a ritmos muy acelerados. Desde el 2007, cuando empieza el correísmo, al 2014, los altos precios del petróleo y las dádivas del gobierno sí permiten una reducción de la pobreza, pero a menor ritmo que el observado de 2000 al 2007. Y, del 2014 al 2017, en la última etapa del correísmo, ya con precios del petróleo moderados, no hubo reducción alguna de la pobreza, lo que en un país como Ecuador es grave.
- ¿Qué papel ha jugado la dolarización en la economía ecuatoriana?
La dolarización es lo más importante que le ha ocurrido a la historia económica de Ecuador. Es la política económica que ha logrado que más ecuatorianos puedan salir de la pobreza, porque para salir de la pobreza solo hay un camino: crear y, sobre todo, acumular riqueza. Antes de la dolarización, los ecuatorianos no podían ahorrar, puesto que el sucre se devaluaba constantemente. Desde la dolarización, existe al fin la posibilidad de ahorrar y de prosperar en Ecuador. Ha sido una salvación. Pero, claro está, una política monetaria no puede solucionar todos los problemas de la economía ni acabar con los problemas reales de productividad ni con políticas liberticidas del "socialismo del siglo XXI".
- ¿Qué balance hace del primer año de gobierno de Lenin Moreno en el terreno económico?
Lenin Moreno no sabe de economía, no entiende la economía y, lo que es peor, no le importa la economía. Se presentó a las elecciones sin programa económico, simplemente prometiendo dádivas socialistas, como que el Estado construya 325.000 casas o que aumente el subsidio a la pobreza. Recordemos que concurrió a las elecciones de la mano de Correa. Hace menos de un año era su delfín, aunque ahora parecería que se odian desde siempre. Lo más grave es que se mintió a los ciudadanos sobre la situación económica del país, ocultando por ejemplo la deuda asumida en los últimos años.
- ¿Sigue Moreno algún rumbo o solo se dedica a improvisar?
En este primer año ha tenido tres ministros de economía y finanzas. El primero, De La Torre, se dedicó a endeudar todavía más al Estado. La segunda, Viteri, venía de haber sido ministra de Correa y apenas estuvo dos meses en el cargo, puesto que no tenía credibilidad alguna. Esta semana se ha nombrado a Richard Martínez, que procede la Cámara de la Industria y la Producción. Viene del mundo empresarial, aunque él en concreto nunca ha sido empresario. Esta trayectoria errática demuestra que Moreno no tiene ni idea de qué hacer con la economía. Es más: ni siquiera ha sido su prioridad, puesto que su agenda se ha centrado en deshacer el correísmo en lo político, pero no lo económico.
- ¿Qué aspectos le preocupan más de la economía de Ecuador de cara al resto de legislatura?
La economía de Ecuador es insostenible en estos momentos. Tiene un gasto público desorbitado, que solo se puede seguir manteniendo a base de altos precios del petróleo (a día de hoy lo son) y de un endeudamiento que aumenta a razón de casi 1000 millones mensuales (el 1% del PIB). La empresa ecuatoriana ha sufrido diez años de hostigamiento por parte del Estado: a través de Hacienda, el código laboral, las inspecciones, etc... Además, la economía está aislada del mundo por las altísimas tasas arancelarias que se han impuesto. Peor aún, apenas ha habido inversión extranjera directa en los últimos diez años: Ecuador tiene el menor porcentaje por habitante de toda América Latina, ya que no hay seguridad jurídica ni confianza.
Con este panorama la situación de la economía es muy negativa a futuro, básicamente insostenible. La dolarización evita que una crisis del Estado se traslade a todos los ciudadanos. Además, hay una banca privada bastante responsable, lo que aleja miedos de corralitos o quiebras financieras. Pero de ahí a una economía fuerte, que pueda generar crecimiento y crear empleo formal a ese 40% de los ecuatorianos que están sobreviviendo a base de trabajar en el sector informal… queda muchísimo por hacer.