La morosidad en los alquileres creció un 3,9% en España durante 2017, tal y como se recoge en el último informe de Fichero de Inquilinos Morosos (FIM). Melilla (12,3%), Cantabria (9,6%) y País Vasco (8,9%) son las tres comunidades que más han visto aumentar el número de impagos en los contratos de arrendamiento. Por su parte, en Baleares (-6,4%), Cataluña (-2,76%) y Ceuta (2,08%) es donde se han registrado los mayores descensos de morosidad a nivel nacional.
En cifras concretas, la media establece que la cantidad de los impagos asciende a 6.032 euros -esta cantidad se corresponde con la deuda media nacional que tienen los morosos con los propietarios-. En la Comunidad de Madrid, se encuentra la media más elevada al alcanzar los 9.617 euros, esto es debido a que en la capital es donde se registran algunos de los alquileres más caros de España. Salvo en Madrid, Navarra, País Vasco, Cataluña y Baleares, las deudas se encuentran todas por debajo de la media nacional, debido a que los precios son más bajos.
Según el estudio de FIM, la morosidad sigue siendo el gran problema del mercado español del alquiler, ya que con una media de 6.000 euros de deuda supone el impago de 8 ó 10 meses de alquiler. En los casos más extremos, como el de la Comunidad de Madrid, el tiempo sin cobrar las mensualidades puede llegar a los 18 meses.
A pesar de que la media se encuentra en 6.032 euros, lo cierto es que se ha entrado en una dinámica positiva de reducción de la morosidad. En el mismo estudio de FIM, pero del año 2014, se establecía que la deuda media de los morosos ascendía a 6.489 euros, mientras que entre 2007 y 2009 la media aumentó hasta los 7.600 euros. Por tanto, a pesar de que ha crecido un 3,9%, la tendencia se encuentra en una dinámica positiva.
El alquiler turístico reduce la morosidad
La expansión de los alquileres turísticos está provocando una reducción de la morosidad en los territorios por donde se extiende. Por ejemplo, en el caso de las Islas Baleares, el nivel de impagos se ha reducido un 6,4% y en Cataluña un 2,7%. En ambas regiones se experimentó un ascenso progresivo de los alquileres vacacionales.