El periodista Andrés Oppenheimer ha escrito una columna de opinión en El Nuevo Herald que está poniendo en alerta a toda Latinoamérica, especialmente a Venezuela. El columnista argentino entrevistó hace unos días a Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, durante una visita a Miami. Fue en ese encuentro donde Santos comentó los nuevos planes de Nicolás Maduro, que pasan por la elaboración de nueva Constitución que convertiría a Venezuela en una nueva Cuba, es decir una dictadura de pleno derecho.
"Santos me dijo durante una visita a Miami que la Asamblea Constituyente elegida a dedo por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, está redactando una nueva Constitución que se haría pública después de las elecciones presidenciales del 20 de mayo en Venezuela", escribe Oppenheimer.
Esa nueva Carta Magna venezolana estaría compuesta por 350 artículos y 18 cláusulas transitorias que, entre otras cosas, suprimirían el sufragio universal para crear un sistema de votación al estilo cubano. En Cuba, las organizaciones controladas por el Gobierno eligen a los funcionarios locales, y estos a su vez eligen a los legisladores, que son los que escogen a los líderes del país.
Otra modificación que se establecerá en la nueva Constitución será la redefinición de "traición a la patria". La finalidad de esto es dotar al Estado de más instrumentos "legales" para poder reprimir a la población por delitos contra el régimen. "En este momento, las células que están conformando con las milicias son de cerca de 13.000 alrededor del país, con 40 militantes por célula", aseguró Santos a Oppenheimer. "Esas son las que en cualquier momento que salga una protesta van y la reprimen. Igualito que los Comités de Defensa de la Revolución de Cuba".
Una fuerte represión
A finales de marzo de 2017, Nicolás Maduro dio el primer paso para convertir a Venezuela en una dictadura. El Tribunal Supremo del país emitió una sentencia en la que anulaba las competencias de la Asamblea Nacional, una cámara controlada por la oposición. Tras la decisión judicial, siete jueces elegidos por el chavismo sustituyeron a los 167 diputados.
Ese golpe de Estado desencadenó una oleada de protestas en las calles venezolanas, que se saldó con 157 muertos, aunque en un informe del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) aseguran que durante 2017 hubo más de 5.535 personas fallecidas por resistencia a policías y militares.
Tras el nuevo ataque de Maduro, se espera una nueva oleada de salidas de venezolanos de su propio país para huir del socialismo del siglo XXI. Oppenheimer también advierte de que esto puede desencadenar una crisis de refugiados en el continente americano –actualmente, 40.000 personas cruzan al día la frontera entre Venezuela y Colombia–.
La pantomima de las elecciones
El próximo 20 de mayo, Venezuela celebra unas elecciones presidenciales sin ninguna garantía. Maduro ha prohibido que los principales líderes de la oposición compitan contra él, no ha permitido la presencia de observadores electorales internacionales y tampoco habrá un tribunal electoral independiente. Los candidatos que se presentan son hombres que ya han colaborado con el chavismo durante varios años.