El último Observatorio Laboral de Fedea, correspondiente al primer trimestre del año, destaca que Andalucía y Extremadura son las comunidades autónomas que presentan, en mayor medida, "fuertes resistencias" para reducir sus tasas de paro con independencia del momento del ciclo económico, mientras que Aragón, Madrid, Navarra y País Vasco presentan tasas de desempleo muy inferiores a las del total nacional. Igualmente, Andalucía, Asturias y Extremadura se encuentran estancadas en unos niveles bajos de ocupación. Por el contrario, Madrid y Cataluña son las comunidades con mayor dinamismo y menor peso de la inactividad.
Por otro lado, Fedea constata que el colectivo de parados ha ido envejeciendo en las diferentes comunidades de forma "muy acusada", mientras que la incidencia de los parados de larga duración ha aumentando con la crisis, sobre todo a partir de 2009, observándose en general una disminución a partir del inicio de la recuperación económica. El informe también destaca que la presencia de los jóvenes en el mercado laboral no se ha recuperado tras la crisis, mientras que se produce una incidencia creciente de mayores de 45 años.
Por otro lado, Fedea llama la atención sobre el "claro aumento" de la temporalidad en la mayor parte de las comunidades durante la actual fase de recuperación y subraya que las tasas de parcialidad han crecido "sustancialmente" desde el inicio de la crisis. Sin embargo, más allá de estas tendencia generales, el estudio incluye una serie de datos muy concretos a nivel regional que resulta relevantes:
- Tras una caída de un punto, Asturias se sitúa como la región con menos ocupados jóvenes de España. Solo el 2,4% de sus trabajadores tienen menos de 25 años.
- también Asturias es la región con mayor porcentaje de inactivos: casi la mitad de su población mayor de 16 años lo es.
- Navarra es la autonomía con menor tasa de paro (9,63%). Sin embargo, las diferencias por sexo han aumentado en el último año: desciende para los varones pero aumenta para las mujeres.
- Extremadura exhibe la mayor tasa de paro femenina (30,10%), una diferencia de 8,8 puntos respecto a la de los hombres. Esta diferencia sólo la supera Castilla-La Mancha, donde la tasa de paro femenina está 9,6 puntos por encima de la masculina.
- Baleares es la única región donde el paro femenino es menor al masculino.
- Pese a la notable caída de 10 puntos respecto al año anterior, Andalucía sigue siendo la región con mayor paro juvenil (47,8%).
- El paro juvenil aumenta el último año en Asturias en 11 puntos, situándose entre las más altas, con un 46,4%.
- En Aragón el desempleo juvenil disminuye en 13 puntos en los últimos 12 meses situándose entre las regiones con menor incidencia del desempleo juvenel, el 25,9%.
- En Navarra destaca la baja incidencia del paro entre los mayores de 44 años. Este colectivo tiene una tasa de paro del 4%.
- La agricultura desaparece en Madrid: tan sólo el 0,05% de sus ocupados trabajan en este sector, mientras que en Extremadura la agricultura sigue ganando peso, casi el 14% de sus ocupados trabajan en este sector.
- Navarra es la región con mayor peso de la industria (27,3%) y con menor incidencia del sector servicios (62,7%).
- En Madrid la tasa de temporalidad es la más baja del estado: El 82% de los asalariados tienen un contrato indefinido.
- La temporalidad es especialmente preocupante en Extremadura: 38%, 5 puntos más que hace un año.
- Baleares destaca por ser la CCAA con menos peso de las mujeres entre sus desempleados: 40,6%. En el otro lado de la distribución se sitúa Aragón, las mujeres son el 58,3% de los desempleados de esta región.
- Navarra tiene a los parados más jóvenes: es la región mayor peso de los menores de 25 años y menor peso de los mayores de 44.
- La duración del desempleo es especialmente baja en Baleares, donde el 39% de los desempleados llevan menos de 3 meses buscando un empleo y el paro de larga duración sólo alcanza a 36% de la población.
- El País Vasco es la región con mayor incidencia del paro de larga duración: el 60,8% de sus desempleados llevan más de un año buscando un empleo. Su incidencia, sin embargo, ha disminuido en el último año en 4 puntos.