Un grupo de manifestantes protestó el domingo en Venecia (nordeste de Italia) contra las nuevas barreras situadas en el único punto de entrada terrestre en la ciudad de los canales, dirigidas a controlar el número de turistas que acceden al lugar. Una treintena de personas protestaron contra esta medida, que a su parecer "demuestra la voluntad del ayuntamiento de transformar de forma definitiva Venecia en un parque temático", explicó la organización de extrema izquierda Morion en un comunicado.
"Los 'Check Point' son el símbolo de la decisión de idear nuestra ciudad como un espacio inhabilitado, solamente para uso turístico, sin aprovechar y resaltar su valor", prosigue la nota. La organización defendió que los venecianos no requieren "puertas en la ciudad" sino "casas y políticas de fomento de la residencia", dado que culpan al turismo de la escasez de vivienda para alquiler o compra a causa del muy elevado flujo turístico. En la manifestación algunos jóvenes lograron incluso arrancar una de las barreras a pesar de estar custodiadas por la policía, según informan los medios locales.
Las autoridades han ubicado dos barreras en las inmediaciones de la estación de Santa Lucía, único punto de llegada por tierra: una en la Plaza Roma, junto al puente de Santiago de Calatrava, y otra en la parte opuesta, ante la iglesia de los Descalzos. El objetivo es controlar en el puente del 1 de mayo el número de turistas que acceden a esta ciudad, una de las joyas turísticas del mundo, ya que la policía municipal recibirá la orden de cerrar la entrada a su centro histórico en caso de exceso de llegadas.
Venecia ya ha experimentado métodos de control turístico como la aplicación del aforo máximo durante el pasado carnaval. Tras la protesta de este domingo, el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, anunció que la barrera fue reemplazada en media hora y avanzó en Facebook su deseo de proseguir regulando las visitas a la ciudad "para hacer vivir mejor a las personas". En declaraciones a los medios, subrayó que es una medida experimental que prevé implementar "pocos días al año", en puentes o festividades en los que se espere la llegada masiva de personas.