Primero fueron las Islas Baleares, ahora ha sido la Comunidad Valenciana y en 2020 podría afectar a toda España. Las políticas en materia de ecologismo caminan en la misma dirección: prohibir todos los productos fabricados con plástico de un solo uso. De esta manera, tanto en Valencia como en Castellón y Alicante será ilegal comercializar bastoncillos de los oídos, chupa chups, pajitas, cubiertos de plástico o cápsulas de café.
Todos esos productos tienen en común una fabricación con plástico de un solo uso. Es decir, un plástico difícil de reciclar y que no es biodegradable. Por ello, el Gobierno de la Comunidad Valenciana prohibirá la venta de estos productos, aunque habrá una excepción: se podrán vender siempre y cuando no se pueda sustituir por otro material. Es decir, si las pajitas no se pudieran hacer con un material biodegradable o reciclable se podrán seguir vendiendo.
La Comunidad Valenciana ha seguido los pasos de las Islas Baleares, de Francia y de las políticas en la Unión Europea. En los próximos años, las empresas dedicadas a la fabricación de estos productos tendrán que reinventarse, buscar nuevos materiales o crear fórmulas para hacerlos reciclables -como ocurre en el caso de las cápsulas de café- si quieren seguir comerciando en Europa.
Por otra parte, la región valenciana está probando a modo de proyecto piloto el uso de unos contenedores marrones para los residuos orgánicos. La Generalidad considera que es importante que los productos orgánicos lleguen a las plantas de reciclaje lo menos mezclados posible para poder ser reutilizados como abono en agricultura.
En el caso de Baleares, esta pionera ley española entrará en vigor en 2020. A partir del 1 de enero de ese año no se podrán vender estos productos -además en 2019 se restringirá el uso de las bolsas de plástico-. El Gobierno Balear, liderado por el PSOE en coalición con los econacionalistas de Més, prevé la imposición de sanciones que oscilarán entre los 300 y 1.750.000 euros.
Un plan para toda España
Por otro lado, la comisión de Medio Ambiente del Congreso de los diputados ha acordado iniciar modificaciones legislativas para prohibir la comercialización, importación y exportación de utensilios de plástico de un solo uso. El texto fue aprobado por todos los grupos, salvo por el Partido Popular. En líneas generales, se obligará a las compañías a fabricar con al menos un 50% de sustancias biodegradables a partir de 2020 y con un 60% a partir de 2025.
Hamburgo y Baleares ya han prohibido la venta de las cápsulas de café -aunque no ha entrado en vigor por el momento-. El motivo que argumentan es que estas monodosis se fabrican con plástico y aluminio, lo que dificulta su reciclaje. Aseguran que las plantas de reciclado de residuos no están preparadas para tratar estas cápsulas o que hacerlo supondría un coste muy elevado.
Teniendo en cuenta que al día se fabrican unas 39.000 cápsulas, las empresas tendrán que tomar medidas para seguir manteniendo su fructífero negocio. Algunas marcas ya han habilitado contenedores especiales en sus tiendas para tirar allí las cápsulas usadas para poder ser reutilizadas más tarde.