Entre los años 2007 y 2009, el PIB de Letonia llegó a acumular una reducción del 24%. El desempleo se disparó de forma espectacular, pasando del 6% al 21%. La situación era tan desesperada que el gobierno se vio obligado a solicitar un "rescate" valorado en 7.500 millones de euros y canalizado por el Fondo Monetario Internacional.
Pero aquel pedido exigía una serie de medidas orientadas a reequilibrar la salud fiscal del país báltico. Como explicó Libre Mercado, los ahorros públicos llegaron a ser del 15% del PIB, tras un plan de reducción del gasto que abordó todos los capítulos presupuestarios: burocracia, sanidad, educación, infraestructuras…
Entre las medidas de austeridad tomadas entonces, cabe destacar las siguientes:
- Reducción del 30% en el gasto corriente de los ministerios.
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Recorte automático del 10% en las transferencias sociales.
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Exigencia de elaborar presupuestos de base cero para el gasto público.
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Tajo del 44% en los altos cargos burocráticos.
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Optimización de hospitales, con el cierre de 35 centros.
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Libertad de elección de centro educativo.
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Cierre de 75 empresas públicas y del 65% de entes del Estado.
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Reducción de la plantilla de empleados públicos de 90.000 a 65.000.
Gurús como Paul Krugman afirmaron que aquello no tenía sentido y que era preferible devaluar el lats. Sin embargo, la evidencia desmintió rápidamente al economista de cabecera del ex presidente español Rodríguez Zapatero. Letonia regresó al crecimiento a finales de 2009 y encadena ya ocho años de aumento sostenido del PIB. Además, el lats pasó a la historia en 2013, dando pie a la entrada en la Eurozona.
Para ser precisos, el curso 2010 se cerró con un aumento de la economía del 3,8%, antesala de la subida del 6,4% que se produjo en 2011. También fue muy positivo el año 2012, en el que la economía se expandió un 4%. Desde entonces, la banda de crecimiento en la que se mueve Letonia oscila entre el 2% y el 2,5%, con una proyección del 4% para 2018.