España ya está imprimiendo casas. Sin albañiles, sin obreros, sin andamios. Parece ciencia ficción, pero es una realidad que viene de la mano de cuatro jóvenes emprendedores de nuestro país. Se trata de la primera vivienda construida con una impresora 3D creada por la empresa de estos chicos, Be More 3D. Y, atención, porque estas casas no se las lleva el viento. El primer chalet de 24 metros cuadrados está impreso con hormigón y en tiempo récord: 15 horas. Todo una proeza, ya que estos emprendedores valencianos no sólo son los pioneros en hacer una casa con una impresora en España, a nivel mundial son los terceros en construir viviendas con 3D sin el uso del tradicional ladrillo.
"La casa se hace in situ, en el propio terreno que nos indiquen. La máquina impresora se puede llegar a trasladar en un camión de carga y desplazarla hasta el terreno que nos indique el cliente", explica a Libre Mercado el cofundador melillense, José Guillermo Montes. Pero no sólo tienen mérito por la innovación tecnológica, puesto que estos arquitectos veinteañeros se han autofinanciado a lo Steve Jobs. "Primeramente hicimos una impresora en 3D de plástico y con los beneficios invertimos en la construcción de la máquina 3D para imprimir con hormigón". Gracias al desarrollo de la impresión 3D se han abaratado costes. En el caso de las viviendas impresas el ahorro supone un 40% con respecto a las casas prefabricadas.
Be More 3D sigue un camino ambicioso y Montes asegura que la casa 3D "comenzará a comercializarse en el mercado este 2018". En este sentido, los chicos se encuentran trabajando ya en la ampliación de la vivienda: "Hemos hecho esta casa de 24 metros cuadrados como vivienda piloto. Ahora estamos ya trabajando en la impresión de una casa de 70 metros cuadrados y su precio de mercado estará fijado en 50.000 euros", señala el cofundador de la empresa valenciana. Incluso van más allá, también tienen previsto reducir el tiempo de impresión. Según indica Montes, la futura casa impresa en la que están trabajando "estaría lista para entrar a vivir con llave en mano en 8 horas". El propietario, por tanto, podría ser testigo de cómo se imprime su hogar en lo que dura una jornada laboral. Increíble, pero cierto.
Una nueva forma de vivir: ecoaldeas en 3D
La casa se entregaría con todo el servicio de fontanería instalado, sistema eléctrico, certificado energético A, que implicaría el gasto mínimo en agua y luz,y su correspondiente cocina y cuarto de baño. Todo un chollo, claro que hay que disponer de un terrenito. Pero tranquilos, no será un coste adicional. Los amantes del aire puro y el cantar de los pájaros podrían estar de suerte. Estos revolucionarios de las impresoras ya tienen entre manos otro objetivo para este mismo año: repoblar zonas rurales. Disponer de un terreno no será una traba económica si uno está dispuesto a irse a vivir al campo.
El éxodo de las zonas rurales a la urbe ha despertado una idea brillante a los dueños de Be More 3D. Allí donde habita el olvido, como diría Becquer, estos arquitectos se han preguntado: ¿Por qué no imprimir casas en los lugares despoblados?
"Vamos a crear una EcoAldea en la zona de La Alcarria en Cuenca en este año. Imprimiremos unas siete casas para participar en un concurso televisivo. Es un reality show en el que participarán varias familias que vivirán en el campo. El ganador de Sin Retorno será premiado con una de nuestras viviendas impresas". Asimismo, Montes añade que "no sólo van a ayudar a aquellas personas que deseen iniciar una vida romántica en el campo, también van a conformar comunidades de nuevos agricultores y empresas en el campo que cooperarán generando un nuevo ecosistema y sus ecohabitantes".
A pesar de la revolución que supondrá la impresora 3D para casas, Montes especifica que siguen esperando nuevos inversores "para extenderse y abrirse a mercados internacionales". De momento, el cofundador y su equipo esperan que el lanzamiento al mercado inmobiliario de las viviendas hechas con impresoras "arrase por su bajo coste y la excelente calidad de los materiales".