El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha advertido este martes de que llevará "varias décadas" reducir el nivel de endeudamiento de las administraciones españolas, actualmente por encima del 98% del PIB, hasta el 60%, que es el la referencia europea.
Durante su intervención en la conferencia conjunta con el Fondo Monetario Internacional (FMI) España: de la recuperación a la resiliencia, Linde ha recordado que un alto nivel de endeudamiento supone un riesgo para el crecimiento económico, ya que reduce la estabilidad del presupuesto.
En ese mismo sentido, el gobernador ha considerado que el acceso de las comunidades autónomas al mercado de financiación –en lugar de utilizar mecanismos extraordinarios como el Fondo de Liquidez Autonómica– es importante para evitar una política procíclica y garantizar la disciplina fiscal.
Aunque confía en que España baje su déficit público del 3% del PIB este año y salga del procedimiento de déficit excesivo, el componente estructural de este déficit continúa muy alto, por lo que Linde considera que se necesitará un "programa fiscal" a medio plazo para completar el proceso de consolidación. Este programa debería basarse en un escenario macroeconómico prudente a medio plazo y previsiones de ingresos tributarios, y debería completarse con reformas estructurales.
En su discurso, Linde ha abordado también el problema de las pensiones para alertar de que, si no si incrementan los ingresos del sistema, el factor de sostenibilidad operará "principalmente" mediante la reducción de las rentas. En cualquier caso y "más allá de propuestas específicas", Linde ha considerado "crucial" que las reformas que se adopten aumenten la relación entre la contribución y los beneficios obtenidos del sistema de pensiones mediante un mecanismo que garantice su sostenibilidad.
Con respecto al mercado laboral, el gobernador ha señalado que el paro continúa a "niveles inaceptablemente altos" y ha argumentado que tras las reformas no se ha cambiado ni la estructura de la negociación colectiva ni la segmentación del trabajo, dos elementos que centran la alta volatilidad del empleo.