Dan lo mismo el tiempo y el lugar, dan lo mismo la derecha que la izquierda. Cuando presentan los Presupuestos, todos los políticos insisten en su "marcado carácter social". Un episodio reciente lo protagonizó Cristina Cifuentes, la populista del PP que gobierna la autonomía madrileña con la complicidad de Ciudadanos.
Dijo doña Cristina, de profesión sus másteres:
Se trata de unos presupuestos con un marcado carácter social, porque dedican nueve de cada 10 euros a políticas sociales, y también con un fuerte carácter inversor, al configurarse como los Presupuestos más inversores de los últimos años.
Todo indica que para la señora Cifuentes los Presupuestos son excelentes porque aumentan el gasto. Ni una sola palabra dedicó la presidenta madrileña a los sufridos ciudadanos que pagan: ellos jamás reciben un minuto de atención, o una palabra de aliento.
Pero un presupuesto inversor no es necesariamente un presupuesto bueno, porque invertir no es bueno de por sí: lo bueno es invertir bien. Y de eso no nos dan los políticos nunca ninguna pista. Hace pocos años aseguraron que era una excelente inversión construir unos aeropuertos que después no tuvieron aviones.
Todavía más misterioso es el elogio sin fisuras que recibe todo lo que sea "social". Si usted analiza con cuidado lo que significa esa palabra, verá que se trata de gastos redistributivos, cuyos beneficiarios no los pagan, o no los pagan en su totalidad, o creen que no los pagan. Eso logra que sean muy aplaudidos, y que los políticos presuman de ser generosos.
Obviamente, la base de todo es que resulta plausible que el poder arrebate a los ciudadanos sus bienes, y los entregue a otros ciudadanos a quienes no les pertenecen. Cuando los Estados crecen hasta la dimensión actual, es imposible que la redistribución se haga de ricos a pobres: ahora todos son las víctimas, porque el gasto público no se puede financiar usurpando sólo el dinero de los millonarios.
Por lo tanto, cuando le hablen a usted del presupuesto con "marcado carácter social", conviene que sospeche que esos caraduras que le hablan a usted están quedando bien con muchos, pero siempre con su dinero, con su dinero de usted.