El bitcoin y otras criptomonedas necesitan ser minadas para nacer. Es decir, para que se creen nuevas divisas, es necesario que haya cientos de ordenadores enchufados a la red generando nuevos códigos que dan como resultado un nuevo bitcoin. Al fin y al cabo, esta moneda es un algoritmo que se crea utilizando diversos y complejos softwares de los ordenadores. Por ello, para que se generen nuevos bitcoins es necesario que haya miles y potentes ordenadores trabajando, lo cual supone un alto consumo eléctrico.
Realmente, es muy complicado minar bitcoin con un solo ordenador o de forma individual. Probablemente, la factura de la luz que pague ese usuario no le compense con respecto al porcentaje ganado en moneda. Por ello, son las empresas las que se están encargando de hacer este proceso de minería. Para evitar tener que pagar altos costes de electricidad, las compañías se están trasladando a aquellos sitios donde la luz sea más barata y, así, poder competir con China y el resto de países asiáticos, que son los mayores generadores de criptomonedas.
En Estados Unidos, la ciudad de Plattsburgh, en la frontera con Canadá, es un paraíso energético para las compañías. Gracias a la energía hidroeléctrica -la generan con una presa- los ciudadanos solo pagan 4,5 centavos por cada KWv frente a la media nacional de 10 centavos por KWv. Pero es que, además, para las compañías el precio es de 2 centavos por cada KWv. Es decir, minar bitcoin en esta ciudad es un 80% más barato que en otros puntos del país.
Esta situación ha generado que cada vez sean más las compañías que quieren trasladarse a esta ciudad con la finalidad de minar bitcoins. Aunque por el momento solo hay dos empresas minando moneda en Plattsburgh, el consumo eléctrico se ha disparado en los últimos meses y la ciudad se ha visto en la necesidad de tener que comprar energía en el mercado libre, lo que ha provocado un importante aumento del precio de la factura de la luz.
Como resultado, los vecinos han pasado a pagar entre 100 y 200 euros más. Para evitar que esto continúe y que los residentes puedan seguir disfrutando de pagar "la luz más barata del mundo" -así lo anuncian ellos mismos-, el Ayuntamiento ha comenzado a tomar medidas restrictivas. Concretamente, el consejo municipal ha decidido aplicar una moratoria de 18 meses en la concesión de nuevos permisos para que se puedan hacer nuevas operaciones de minado de criptomonedas.
Según informan desde Blockchain Intelligence Group, para que sea rentable minar bitcoin y poder ser competitivos con los asiáticos, se necesita que el precio de la energía esté por debajo de los 4 centavos por KWv. El problema que ha surgido en la ciudad americana es que han excedido el limite energético, teniendo que comprar electricidad.
En la actualidad, solo hay dos compañías encargadas de minar bitcoin en Plattsburgh, pero el consumo eléctrico que generan es muy elevado. Sin embargo, el dueño de Plattsburgh BTC, David Bowman, cree que podrá llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para que todos salgan beneficiados.
De hecho, Plattsburgh no es la única ciudad que ha tomado medidas restrictivas, aunque sí ha sido la primera en hacerlo. Nueva York también ofrece una energía más barata que el resto del país, pero se plantea poder impuestos y elevar los costes de la electricidad a los consumidores que más gasten. Como consecuencia, la factura eléctrica de los mineros se elevará un 60%.