El negociador jefe de la Unión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier, aseguró este lunes que Bruselas y Londres han alcanzado un acuerdo sobre el periodo de transición de unos dos años una vez que el Reino Unido abandone la UE en marzo de 2019. "Hemos alcanzado un acuerdo sobre el periodo de transición", declaró el político francés durante una rueda de prensa posterior a la última ronda de negociación entre las dos partes.
El plazo transitorio que había solicitado el Reino Unido durará 21 meses, desde el 30 de marzo del año próximo hasta el 31 de diciembre de 2020, y durante ese tiempo Londres no participará en la toma de decisiones en la UE, pues ya no será un Estado miembro, pero mantendrá el acceso al mercado único y la unión aduanera.
Además, se seguirá aplicando toda la legislación de los Veintiocho en el país. "Nos hemos comprometido a trabajar durante ese periodo con buena fe y a seguir respetando el principio de cooperación leal", comentó Barnier. Londres y Bruselas también han resuelto sus diferencias sobre la cuestión de los derechos de los ciudadanos que lleguen al Reino Unido en la transición.
"Estamos de acuerdo para que los ciudadanos británicos y europeos de los Veintisiete que lleguen durante el periodo de transición se beneficien de los mismos derechos y garantías que quienes han llegado antes del día del Brexit" la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), explicó Barnier.
Tanto él como el ministro británico para el Brexit, David Davis, coincidieron en destacar que la transición permitirá a las empresas y la administración del Reino Unido prepararse para el futuro, una vez que se produzca la salida efectiva del bloque comunitario. "Este tiempo facilitará también nuestra propia preparación desde el lado europeo y ese tiempo de la transición será en el que deberemos finalizar nuestra futura relación", dijo Barnier.
Junto con el pacto del periodo transitorio, Londres y Bruselas han logrado, igualmente, un acuerdo "sobre una gran parte de lo que constituirá el acuerdo internacional para la retirada ordenada del Reino Unido", confirmó Barnier, en particular, sobre el acuerdo financiero y los derechos de los ciudadanos. No obstante, recalcó que aún quedan cuestiones pendientes como la gobernanza de ese tratado de salida o la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
A ese respecto, la UE y el Reino Unido han decidido incluir en el documento sobre la retirada la opción de "alinear" las legislaciones en toda la isla irlandesa, que se aplicará salvo que o hasta que se encuentre una solución alternativa.