Nicolás Maduro anunció hace solo unos meses que el país venezolano iba a crear su propia criptomoneda -llamada petro-, respaldada por las reservas de petróleo de Venezuela. Sin embargo, parece que la iniciativa del Gobierno bolivariano no ha atraído a ningún inversor desde su lanzamiento a finales de febrero, tal y como informa Weiss Ratings.
La agencia de calificación aseguró que los funcionarios del Gobierno están trabajando en buscar inversores de primer nivel para impulsar el petro. Incluso, llegan a decir en el escrito que los empleados públicos han viajado a varios países de la OPEP para promocionar este bitcoin bolivariano. Sin embargo, la realidad es que los esfuerzos para conseguir recaudación están siendo en vano.
"No ha habido movimiento alguno por ahora. El petro no ha recaudado ni un centavo", informaban desde Weiss Ratings en un comunicado. Al parecer, el fracaso de esta moneda virtual es que no existe ningún mecanismo que verifique la relación de la divisa con las reservar petroleras del país. "Esencialmente el petro no vale nada. No se puede vincular la riqueza petrolera con la compra de esta moneda. Este proyecto criptográfico fracasará y se convertirá en una anécdota", concluyó Weiss.
¿Qué es el petro?
El petro es la primera criptomoneda controlada por un Estado. Es decir, un sinsentido. La criptografía nació, surgió y encuentra su sentido en que no está controlada por ningún organismo central. En el caso del bitcoin, existe un límite de unidades que se pondrán en circulación, esto no ocurre con monedas como el Euro, el Dólar o el Bolívar -los bancos centrales pueden seguir fabricando dinero ad infinitum-. En resumen, la criptografía encuentra su éxito en la eliminación de un organismo de control y regulador.
El petro, sin embargo, sí está controlado por el Gobierno de Venezuela. Nació de la urgencia de financiación por parte del Estado -sus ingresos han caído por la baja producción y la reducción de los precios del petróleo-. A eso se suma su imposibilidad para seguir emitiendo nueva deuda en los mercados. Como respuesta, y buscando una nueva manera de entrada de capital, Maduro decidió crear una divisa digital propia con la finalidad de salvar la insostenible situación económica.
La diferencia del petro con otras monedas, aparte de su control por un Estado, es que está respaldada por algo físico -en este caso el crudo-. El ministro de Ciencia y Tecnología venezolano, Hugbel Roa, anunció a bombo y platillo que esta divisa era un "cambio de época en el mundo financiero". Sin embargo, parece ser que todo se ha convertido en un fracaso.
El petro está abierto para todo aquel que lo quiera comprar -el Gobierno ha publicado un manual disponible en Internet para explicar cómo comprar esta divisa-. Cada unidad tiene como valor de referencia el precio de un barril de petróleo, según el régimen venezolano. Eso no significa que cada petro equivalga a un barril, sino que el valor está vinculado con el del crudo venezolano.
La intención del Gobierno de Maduro es emitir 100 millones de petros, por lo que el valor total serían unos 6.000 millones de dólares. Sin embargo, desde su puesta en circulación, el petro no ha conseguido ninguna inversión importante, a pesar de los esfuerzos de los chavistas.