"Se agotan los vientos de cola", "la parálisis de los Presupuestos genera incertidumbre", "el pulso independentista en Cataluña perjudica la confianza"… Llevamos meses escuchando todo tipo de argumentos pesimistas sobre el rumbo que va a seguir la economía española en 2018. Sin embargo, un análisis somero de los indicadores adelantados confirma que el ejercicio que apenas arranca no solo no va a ser decepcionante, sino que va a volver a sorprender al alza.
Una de las fortalezas que explica la mejora de las perspectivas es el aumento del consumo. El último informe de Arcano apunta que su crecimiento en 2018 llegará al 4%, lo que implica regresar los máximos históricos alcanzados hace una década.
Hay, eso sí, una clara diferencia entre los datos de entonces y los de ahora. Si hace diez años veíamos que la deuda privada estaba disparada, hoy encontramos que el consumo no se apoya en el apalancamiento sino en la reducción del pasivo que soporta el sector privado. Además, el saldo por cuenta corriente se ha invertido de forma espectacular, llevándonos de un déficit por cuenta corriente que rondaba el 10% del PIB a un histórico superávit en la cuenta exterior de nuestra economía.
Más empleo
Un tercio de la mejora del consumo tiene que ver con la creación de empleo. En este sentido, conviene repasar con detenimiento los buenos datos laborales con los que concluyó 2017. Y es que, durante el pasado año, la flexibilidad que ha permitido la reforma del mercado de trabajo permitió que el volumen de ocupados aumentase en 611.146 personas, el mejor dato de la historia.
De esa cifra, casi el 75% fueron empleos fijos, apuntalando la tendencia que ya se detectó entre 2014 y 2016, cuando las críticas sobre la "precariedad" chocaban con un mercado que ya estaba creando entre un 40% y un 50% de trabajo indefinido. Mirando ya al 2018, los números de enero nos dicen que, ajustando el impacto coyuntural del período navideño, el empleo viene de registrar el mejor arranque de año desde que estalló la crisis, con un aumento que ha beneficiado a 65.000 ocupados.
Más crecimiento
Estos datos de consumo y empleo invitan a pensar que el mercado de trabajo se prepara para otro año en el que la economía volverá a reducir el desempleo de forma intensa, con la expectativa de que la desocupación bajará de nuevo, beneficiando al menos a medio millón de personas. Pero las buenas noticias no terminan aquí: si repasamos los indicadores sintéticos que elabora la consultora Markit, también podemos comprobar que la cifra de negocios de la industria y los servicios está en niveles de crecimiento similares a los de los últimos años.
Por tanto, aunque el Gobierno y las principales casas de analistas habían previsto un aumento del PIB cercano al 2,5%, lo cierto es que el ritmo de expansión de la economía está sorprendiendo para bien y, de mantenerse esta tendencia, es lógico pensar que España vuelva a crecer en niveles superiores al 3%. De modo que, a pesar de la incertidumbre monetaria y de los vaivenes políticos, el sector privado sigue tirando del carro y prolongando el boom económico de nuestro país.