A una mujer de Málaga el fallecimiento de su padre le venía muy mal para su bolsillo, por lo que decidió seguir cobrando la pensión de su progenitor una vez fallecido. La supuesta estafadora está acusada de cobrar durante 23 años un total de 130.000 euros de la pensión de su padre que murió en el año 1995, según ha publicado Diario Sur.
La mujer se enfrenta a una condena a seis años de prisión por un presunto delito de estafa, como solicita la Fiscalía de Málaga, que pide además la devolución íntegra del dinero defraudado más una multa de 4.320 euros.
El fiscal reprocha a la acusada que no comunicara ni a la Seguridad Social ni a la entidad bancaria el fallecimiento de su padre para seguir cobrando una pensión todos los meses que era abonada por el Instituto Social de la Marina.
También cuestiona el fiscal el "comportamiento descuidado" del banco, del que se habría aprovechado la acusada, al considerar que la entidad se saltó el control de la "pervivencia del beneficiario de la pensión", como le exige la ley.