Libertad Digital se reúne con dos jóvenes profesionales del mundo de la inversión, Diego Costa (azValor) y Javier Lozano (MCIM Capital). A los dos les une una misma procedencia, la cantera de value investors en la que se ha convertido el centro de estudios OMMA.
Preguntados por cuál creen que es la mejor manera de invertir los ahorros, grandes o pequeños, que hemos podido acumular con el paso del tiempo, Diego Costa comienza señalando que, a la hora de dar el primer paso, "lo primero sería dejar de pensar en dinero y empezar a pensar en patrimonio como el conjunto de tus rentas futuras. Después, tendrías que examinar si tu patrimonio, si ese conjunto de rentas futuras, está bien macheado en plazos y riesgos con tus deseos. Lo tercero sería machearlo, es decir, o ponerte más liquido o aprovechar al máximo la iliquidez que te puedas permitir. Por último, tendrías que determinar el activo concreto. Esta es quizá la parte más difícil".
Pero en su caso, "por edad [25 años]", lo tiene claro, dado que "me puedo permitir un plazo y riesgo más elevado. Así que todo a renta variable excepto una mínima parte para imprevistos. Lo interesante es indexarse a un índice global con bajas comisiones teniendo clara la estrategia psicológica: ir suscribiendo constantemente, y en el caso de que el fondo caiga un poco, incluso meter más dinero. Si te ves capacitado para valorar a un gestor o tienes la suerte de descubrir uno que creas que lo va a hacer mejor –track-record largo, batiendo a los índices e intereses alineados–, probablemente estemos ante una alternativa todavía más adecuada".
Lozano (28 años) abunda en una línea similar a la hora de recomendar qué hacer con nuestros ahorros, pues considera que la renta variable es la mejor opción. Pero para invertir adecuadamente en acciones hay que "entender perfectamente el modelo de negocio de la compañía de turno, el sector en el que está y los drivers. El tipo de negocio al que nos enfrentamos: si es una empresa cíclica, de crecimiento, con valor oculto, una situación especial, etc. Invertir con margen de seguridad, valorando a dos o tres años vista y saber que el crecimiento en las empresas no es gratuito, pues para crecer hay que invertir, eso se debe tener en cuenta en la valoración. Y lo más importante, saber por qué el mercado te ofrece esta oportunidad: normalmente suele ser una diferencia de plazos –pensar a corto frente a largo plazo– o una empresa que por su tamaño reducido los grandes fondos ni se molestan en mirar".
El analista de MCIM Capital insiste de manera muy elocuente al considerar que "la mejor manera de invertir sería ir a pescar donde puede haber muchos peces, pero sabemos que los grandes fondos y casas de análisis no se molestan en mirar. Es decir, colocar el foco en empresas pequeñas, olvidadas, especialmente si tienen un driver claro que va a hacer que aumenten los beneficios y que está claramente explicado y razonado en una presentación o informe de la compañía, pero que como nadie se molesta en mirar, para el mercado ha pasado desapercibido, y se suele creer que la empresa cotiza más cara de lo que en realidad está cotizando".
Pero nunca en la vida los comienzos, y menos en un ámbito de tanta exigencia y responsabilidad como el de los fondos de inversión, son fáciles. Diego Costa trabaja en la mesa de ejecución de azValor, en la parte de post-trade (instrucción y liquidación), aunque "también apoyo a otros departamentos con cuestiones informáticas". Considera que para ser analista hay que "poner sobre la mesa 10 horas al día", y ve más factible "empezar poco a poco, en mi tiempo libre, analizando una empresa, pasarla para arriba y recibir feedback. Mis superiores son muy accesibles, y me parece una forma más fluida de descubrir si me gusta analizar o no".
Javier Lozano, por su parte, apunta que su día a día como analista en la sicav MCIM Capital "puede que no sea muy glamuroso, pero básicamente la mayoría de los días analizo, investigo y profundizo en la misma empresa o empresas que estaba mirando el día anterior, entendiéndolas a fondo, si hemos visto que merece la pena dedicarles tiempo, hasta que nos vemos capaces de valorarla con una seguridad lo más alta posible. Y así hasta el día que surge una nueva empresa y empieza el proceso de nuevo".
Su formación como expertos inversores
Las razones que les llevaron a iniciar estudios relacionados con la inversión son diversas. A Lozano le parecía interesante "la mezcla entre el value investing y la teoría austriaca del ciclo, con aportes innovadores, diferenciales -en mi opinión va un paso más allá de lo que es la Escuela austriaca- y muy centrada en el ciclo económico crediticio" que ofrece OMMA. Y Costa, por su parte, señala que "hacía años que seguía al profesor Juan Ramón Rallo, y más tarde descubrí a los antiguos gestores de Bestinver [Francisco García Paramés, Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad, los tres impulsores del proyecto de OMMA], que me cautivaron".
Lozano reconoce que los estudios cursados en value investing fueron fundamentales en su trayectoria para entrar en la sicav, "de hecho ni siquiera busqué mi actual trabajo, me lo ofrecieron. Y llevo ya un año con el equipo de MCIM Capital, con Luis Morgado y José Ruiz de Alda, aplicando una filosofía que me parece que es la adecuada, buscando comprar empresas tras un análisis concienzudo por menos de lo que valen intrínsecamente y esperando pacientemente a que el mercado reconozca su valor". Además, es importante dedicar muchas horas "a leer mucho y ver ideas de otros inversores".
Y Costa, en ese sentido, concluye que el bagaje adquirido en su formación previa "me ha ayudado en todo, pues sigo trabajando donde entré de prácticas".