Nunca he comprado en la tienda online de Mercadona. Que su presidente asegurara hace más o menos un año que "nuestra web es una mierda" pudo ser un desincentivo. Bien es cierto que antes de este incendiario calificativo muchos de mis conocidos ya se referían a este portal como "un horror". Así que, alguna pista tenía.
Pero siempre quedaba en el aire la posibilidad de que me hubiera encontrado con unos compradores demasiado exigentes o que Juan Roig tuviera un sentido de la autocrítica exagerado. Por eso, para que la duda no se enquiste, lo mejor es echar un vistazo a la página de la compañía valenciana, y de paso, intentar hacer la compra.
No puede ser, ¿mi navegador está dado algún tipo de error? Es lo primero que me pregunto cuando entro en la web y, guiñando los ojos, intento descifrar algo. Unos colores y un diseño con olor a naftalina me retrotraen a una época donde el módem emitía un desagradable pitido y donde tenías que elegir entre hablar por teléfono o conectarte a internet. Parece que nadie hubiera actualizado la web de la empresa valenciana desde los años 90.
Productos sin imágenes
A pesar del chasco inicial, procedo a buscar esos mejillones en escabeche que nunca fallan en ningún aperitivo improvisado. No confiaba en que esos iconos retro funcionarían, pero lo hacen. 18 productos encontrados.
¿Pero cuáles son los míos? Calma, basta con encontrar la foto del producto (que tiene que estar en algún lado de la página que todavía no he visto) y misterio resuelto. Pero no, para comprar algún artículo de Mercadona sin acudir a la tienda hay que saberse su referencia de memoria porque su web no tiene ningún tipo de imágenes que los acompañe.
De euros a pesetas
Eso sí, al pinchar en el apartado Detalle del Producto a los interesados se le otorga todo tipo de información sobre este artículo. Incluso hay una opción para Imprimir esos detalles. ¿Quién encontrará útil en estos tiempos imprimirse una información que ha buscado previamente por internet? Es difícil saberlo.
Voy a ver qué pasa si mando al ticket los mejillones. Pues que me dice que son 2 euros más los 7,21 euros que te cobran como gastos de envío independientemente del coste de la compra. Pero como parece que han visto que me siento nostálgica, también me informan de que los mejillones valen 333 pesetas. De hecho, tiene una arcaica opción para ver toda la factura en la antigua moneda española, algo sorprendente teniendo en cuenta que el portal carece tanto de las imágenes de los productos que vende, una opción imprescindible en cualquier compra online, como de otros servicios verdaderamente útiles, como los comentarios de otros usuarios.
No me la juego, no voy a comprar nada. Carezco de las dotes de adivinación que hay que tener para dar con el artículo correcto y no acabar llenando la nevera con la compra de otro. El único salvavidas al que podrán agarrase los valientes que se decidan a comprar en Mercadona es que tienen la opción de Guardar su compra para volverla a repetir de manera exacta sin tener que pasar el mismo calvario. Roig, te quedaste corto.
Muy cerca de lanzar su nueva web
Tras el mea culpa de su presidente, la cadena de supermercados empezó a prepararse para renovar por completo su web. Desde la empresa, se limitan a decir que su lanzamiento será "a lo largo de 2018", pero es posible que a mediados de este mes de marzo, cuando Mercadona presenta sus resultados anuales, se decida a dar algún detalle más.
Juan Roig ha puesto a su hija menor, Juana Roig, al frente de esta transformación digital. El sector espera con gran expectación este lanzamiento, que será el acontecimiento más importante del año en el negocio online de la alimentación. De momento, el líder del sector de los supermercados de España, con un 24,2% de la cuota, tiene una web 1.0.