La denominada "brecha salarial", que mide la diferencia de sueldo bruto por hora trabajada que existe entre hombres y mujeres, ha pasado del tradicional debate académico a protagonizar uno de los asuntos más candentes de la actualidad política después de que los partidos de la oposición, y muy especialmente PSOE y Podemos, hayan empleado este indicador a modo de arma arrojadiza contra el Gobierno.
De hecho, los socialistas encabezarán, junto a Podemos y los sindicatos CCOO y UGT, la marcha feminista convocada para el próximo 8 de marzo, en la que, entre otras reivindicaciones -muchas de ellas de naturaleza anticapitalista y antisistema-, se protestará por la aparente desigualdad salarial entre hombres y mujeres.
La lucha por la igualdad de género es siempre una lucha inacabada. Por trabajos y salarios dignos, paramos el 8 de marzo. #ahoraigualdadsalarial pic.twitter.com/st0EkAZqfe
— PSOE (@PSOE) February 28, 2018
Lo que olvidan los organizadores de esta manifestación, sin embargo, es que no es cierto que unos y otros cobren distinto por hacer el mismo trabajo, dando así a entender que se produce una discriminación laboral por razón de género, sino que el problema de fondo es que las mujeres tienen mayor presencia en sectores peor remunerados, empresas más pequeñas -y menos productivas- y puestos con menor experiencia y responsabilidad, además de contar con vidas laborales más discontinuas, tal y como incluso admite Podemos.
Pero, más allá de las causas reales de la citada brecha y sus consecuencias, esta particular batalla política no está exenta de una gran dosis de hipocresía y demagogia por parte de la oposición, puesto que las críticas lanzadas al Gobierno en esta materia carecen de justificación posible. De hecho, si la brecha salarial es una cuestión a corregir, el Ejecutivo del PP difícilmente lo podría estar haciendo mejor, a la vista de los datos disponibles.
Así, la citada diferencia de sueldo no solo no aumenta en España, sino que registra la mayor caída de la zona euro. La oficina estadística de la UE, Eurostat, acaba de actualizar los datos relativos a la brecha salarial, y la imagen habla por sí sola:
- En 2015, último ejercicio completo y con datos definitivos, las mujeres cobraron de media un 14,2% menos por hora trabajada que los hombres, una de las tasas más bajas de Europa (la media en la UE es del 16,2%).
- De hecho, países más ricos y que destacan a nivel internacional por sus políticas de igualdad presentan una brecha superior a la española, como es el caso de Dinamarca, Francia, Holanda, Noruega, Finlandia o Alemania.
Además, si se amplía un poco la perspectiva temporal, se observa que España lidera la reducción de la brecha salarial en la zona euro, con una caída del 4,5 puntos porcentuales desde 2012, coincidiendo con el inicio de mandato del PP.
La hipocresía del PSOE, en ese caso, radica en que la brecha salarial es hoy muy inferior a la existente durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, en su último mandato, la famosa diferencia de sueldos entre hombres y mujeres, lejos de estrecharse, aumentó, pasando del 16,1% en 2008, al inicio de la crisis, hasta el 17,6% a cierre de 2011, cuando se produjo el cambio de gobierno.