Alberto de Rosa, consejero delegado de Ribera Salud, impartió una charla el fin de semana pasado en Madrid, en el marco de la jornada de puertas abiertas convocada por El Club de los Viernes. El máximo responsable del llamado modelo Alzira compartió interesantes reflexiones sobre la importancia de promover la libertad de elección y la gestión privada en el modelo sanitario español.
De Rosa reconoció que "hay un consenso a la hora de hablar de la sanidad española como un activo, de modo que lo que debemos cuestionarnos no son los valores de ese sistema, que es bueno, sino cuál es la gestión, el coste y el manejo que se hace de ese paradigma. Y me temo que, en este momento de la nueva política, estamos escuchando pocas ideas modernas sobre el futuro de la sanidad".
"La presión sobre los costes a la que está sujeto el Estado de Bienestar va a más. Las reformas son una constante en todos los países del mundo. No tiene sentido insistir en mantener el statu quo, salvo que pretendamos someter a España a un continuo deterioro de su sistema sanitario. El debate tiene que estar encima de la mesa: al igual que ocurre con las pensiones, tenemos que hacer frente a los nuevos retos demográficos", explicó.
MUFACE, ejemplo a seguir
El máximo responsable del llamado modelo Alzira citó el sistema MUFACE como ejemplo a seguir: "El desarrollo que ha tenido MUFACE es muy revelador. Se trata de un sistema de colaboración público-privada. Sus beneficiarios son funcionarios y alrededor de un 85% de ellos elige recibir asistencia sanitaria por parte de empresas privadas".
A continuación, el gestor de Ribera Salud señaló que "el verdadero copago sanitario que tenemos en España es que uno de cada cuatro hogares tiene que pagarse un seguro privado, motivado en gran medida por el miedo a que la asistencia pública sea muy tardía, como atestiguan las listas de espera. Ese copago implica una reducción de recursos para las familias, que además no lo ven reconocido como sería apropiado en su declaración de impuestos".
Refiriéndose a su experiencia en la Comunidad Valenciana, explicó que "el Tribunal de Cuentas regional ya concluyó que el modelo Alzira sale un 25% más barato. El informe también apuntó que hay mayor calidad asistencial, que las listas de espera tienen una demora tres veces más baja que en los centros públicos gestionados por la Administración, que nuestros niveles de inversión por habitante duplican el promedio autonómico… ¿Y cómo nos han premiado? Con la carta que anuncia la desaparición de ese sistema. Un despropósito".
Solo el 5% quiere derogar los conciertos
"El agua es esencial y muchas veces se gestiona de forma privada. Las infraestructuras son imprescindibles y la gran mayoría son construidas y manejadas por empresas. Los conciertos forman parte de nuestra vida en muchos ámbitos y la sanidad es un sector en el que la gestión público-privada puede aportar mucho", señaló Alberto de Rosa.
"El gobierno valenciano presentó recientemente un sondeo de opinión en el que reducción de listas de espera, contratación de más médicos, aminoración de los copados, aumento de la inversión en prevención… Solamente el 5% de los valencianos dijo que le preocupaban los conciertos y deseaba revertirlos. Al ciudadano no le obsesiona quién tiene la gestión, lo que le importa es que esa gestión sea lo mejor posible", concluyó el gestor sanitario.