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Diego Barceló Larran

Adivinanza para no sectarios

Ya está bien del maniqueísmo de lo políticamente correcto, según el cual los presidentes demócratas son inmaculados y los republicanos unos perversos.

Ya está bien del maniqueísmo de lo políticamente correcto, según el cual los presidentes demócratas son inmaculados y los republicanos unos perversos.

Propongo al lector una adivinanza. Yo le doy unas frases y usted intenta adivinar qué líder político (actual o histórico) las dijo. ¿Empezamos? Venga.

  • "Si hay una montaña, la escalamos. Si hay una frontera, la cruzamos. Si hay un reto, lo enfrentamos. Si hay una oportunidad, la aprovechamos".
  • "No importa de dónde vengas, éste es tu momento. Si trabajas duro, si crees en ti, si confías en este país, tú puedes soñar lo que sea y juntos podremos alcanzar cualquier objetivo".
  • "En este país sabemos que la fe y la familia, y no el gobierno y su burocracia, son el centro de nuestro estilo de vida".
  • "Los enfermos terminales no deberían ir de país en país buscando una cura. Es momento de que el Congreso le dé a esos ciudadanos el 'derecho a intentarlo' aquí".
  • "Podemos llevar a nuestros ciudadanos de la asistencia social al trabajo, de la dependencia a la independencia y de la pobreza a la prosperidad".
  • "Estamos orgullosos de hacer más que ningún otro país para ayudar a los pobres de todo el mundo".
  • "Quiero que nuestra juventud crezca para alcanzar grandes cosas. Quiero que nuestros pobres tengan su oportunidad de mejorar".
  • "Con nuestro plan, todos los que cumplan los requisitos de educarse y trabajar, y muestren un carácter bienintencionado, podrán ser ciudadanos con plenos derechos en nuestro país".

¿Qué líder dijo todas estas frases? ¿Ronald Reagan? ¿John F. Kennedy? ¿Margaret Thatcher? ¿Winston Churchill? ¿Konrad Adenauer? ¿Charles De Gaulle? No. Ninguno de los anteriores. Todas esas frases corresponden al reciente discurso sobre el Estado de la Unión de Donald Trump.

No quiero decir con esto que Trump me parezca el mejor ni que esté de acuerdo con todo lo que hace. En lo económico, no me gusta su proteccionismo comercial. Tampoco su idea de estimular una economía que ya está en pleno empleo. Ni su rebaja exagerada de impuestos porque, sin recortar al mismo tiempo el gasto público, solo aumentará la deuda del gobierno.

Lo que quiero decir es que ya está bien del maniqueísmo de lo políticamente correcto, según el cual todos los presidentes demócratas son inmaculados y los presidentes republicanos unos perversos. Así viene siendo hasta donde llega mi memoria, sin importar los méritos de unos y otros.

Reagan aún es recordado como un actor secundario que llegó a presidente, pese a ser quien ganó la Guerra Fría y derrotó al comunismo soviético. De Bush padre nunca se mencionó su acción heroica en la Segunda Guerra Mundial (acumuló 1.200 horas de vuelo en 58 misiones en la campaña del Pacífico; fue uno de los cuatro sobrevivientes de su escuadrón, incluyendo horas a la deriva en alta mar tras eyectarse de su avión derribado). En cambio, ya está olvidado el trato demasiado íntimo a cierta becaria por parte de Clinton. Tampoco nadie recuerda que Obama aumentó la deuda púbica de EE.UU. más que los 42 presidentes anteriores juntos.

Pese a su peinado incomprensible y su actitud algo chulesca, la lectura reposada del discurso de Trump me sorprendió. Resalta valores con los que la mayoría debería estar de acuerdo y que demasiadas veces se olvidan: mérito, esfuerzo, trabajo. Ya nos gustaría que más políticos en España hablaran con esa convicción y claridad.

Donald Trump apenas lleva poco más de un año en la Casa Blanca. Ya veremos cuáles son los resultados de su gestión. No obstante, hay quien ya ha hecho de antemano el balance final sobre la base de la regla elemental "si es republicano, malo". Yo no. Eso lo dejo para los sectarios.

Diego Barceló Larran es director de Barceló & asociados (@diebarcelo)

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