A finales del pasado enero, Unidos Podemos registró en el Congreso de los Diputados una proposición de Ley para modificar el Código Penal, en el que pide elevar las penas por todo tipo de "maltrato animal" –incluyendo tanto fauna salvaje como animales domésticos–, hasta los dos años y medio de prisión. En la práctica, esto supondría acabar con la caza y la pesca, según alertan desde estos colectivos.
El portavoz de Medio Ambiente de Equo, Juantxo López de Uralde –integrado en Unidos Podemos– justificó la propuesta alegando que, a día de hoy, el Código Penal español recoge el maltrato animal como delito, pero solo considera punible el realizado a los animales amansados o domésticos.
Uralde subrayó entonces que la normativa española "excluye explícitamente a los animales que viven en estado salvaje", un hecho que impide "actuar penalmente contra los responsables de los casos que se han registrado en los últimos meses" –se refería a un vídeo en el que varios hombres despeñaron a un jabalí por una cuesta causándole la muerte–. "Si es maltrato cuando se hace con un perro, por qué no lo va a ser si se le hace a un jabalí", concluyó.
Aunque la proposición de Ley registrada por la formación de Pablo Iglesias evita hacer referencias a la repercusión que tendría en la caza y la pesca, el problema es que no plantea excepciones para las especies cinegéticas y piscícolas. En concreto, el texto registrado por Unidos Podemos señala lo siguiente:
Será castigado con la pena de seis meses a dos años y seis meses de prisión e inhabilitación especial de dos a seis años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales, el que sin estar amparado por la Ley y por cualquier medio o procedimiento, maltrate a un animal vertebrado causándole una lesión que menoscabe gravemente su salud o le someta a abuso sexual. Asimismo, el juez le podrá imponer el decomiso del animal víctima de maltrato.
Además, esta proposición establece como agravante el uso de "armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida animal". Todo ello supondría, de facto, la prohibición de la caza y la pesca con cualquier tipo de arma –una actividad que en España practican más de 5 millones de personas–. Además, si el texto se aprobase, también terminaría con la caza con perros o con la cetrería.
Indignación en el mundo de la caza y la pesca
Las federaciones, asociaciones y plataformas que agrupan a los cazadores muestran su contundente rechazo a esta proposición de Ley registrada por la formación morada en el Congreso. José María Mancheño, jurista y presidente de la Federación Andaluza, explica en un artículo publicado en Jara y Sedal que este nuevo delito de maltrato animal que propone Unidos Podemos "sería catastrófico para el mundo de la caza". Así, si bien el texto no habla explícitamente de prohibir la caza y la pesca, su redacción es "perversa", ya que viene a decir que es delito "cualquier lesión física que se realice a un animal salvaje salvo que estés amparado por la Ley […] ¿Cómo se interpreta que estás actuando bajo el amparo de la ley?"
Todo ello produciría una "severa criminalización del sector cinegético y una judicialización de nuestro mundo, pues cualquier acto o hecho cinegético no amparado por la ley podría ser interpretado como delito de maltrato animal con la correspondiente apertura de diligencias judiciales penales", añade. Así pues, cualquier infracción administrativa en materia de caza que conlleve una lesión para la pieza "podría encajar en este tipo penal, ya que serían acciones que no estarían amparadas por la ley".
En la práctica, esta reforma implantaría "un sistema legal de persecución del mundo cinegético que, sobre el terreno, provocaría una limitación enorme de la actividad cinegética y progresivamente la prohibición de usos y costumbres tradicionales en nuestra afición", según Mancheño.
Por su parte, la Asociación Nacional del Arma (ANARMA) explica que la caza produce importantes beneficios económicos en muchas zonas rurales de España, al mismo tiempo que la actividad cinegética sirve como "gestión del medio ambiente, reconociéndose mundialmente como beneficiosa para el mantenimiento del equilibrio natural".
Además, advierten de la inutilidad de la norma: "La prohibición de la caza supondría inmediatamente la necesidad de cubrir esta capacidad regulatoria con medios públicos, algo que entendemos pueda gustar a esta formación política, pero que como todos sabemos terminaría siendo ineficiente y costando cientos de millones al erario público y, por tanto, al esquilmado bolsillo del ciudadano".
"Como en otras ocasiones, en Podemos parecen ignorar la realidad de lo que supone la caza en términos económicos para las áreas rurales, donde los jornales generados en temporada de caza superan ampliamente los producidos por la agricultura, como hace años se aseguró desde el Ministerio de Agricultura, pesca, alimentación y medio ambiente. Algo que, precisamente, sucede en los meses en los que las condiciones climatológicas ahuyentan el turismo de estas zonas.", concluyen desde la asociación.
La Real Federación Española de Caza va más allá y trata la proposición de Ley de podemos de"disparate jurídico". "La Constitución reconoce expresamente la caza (que se practica sobre animales salvajes vertebrados) y atribuye su competencia a las comunidades autónomas. Si la caza es un delito debe excluirse de la Constitución. Así pues, por esta vía Unidos-Podemos está derogando el artículo 148.1ª.11 de la Constitución y los respectivos estatutos de autonomía", argumentan desde la organización.
Desde la plataforma Pasión por la Caza son más rotundos y atacan a toda la clase política en conjunto. "Estamos cansados de que ningún gobierno defienda y apoye la caza social. Nosotros estamos promoviendo la caza social sin intereses económicos, solo los necesarios en el mantenimiento de las especies animales y vegetales; la caza accesible para todo el mundo y con unos principios muy claros: caza salvaje, control y cuidados del medio y, sobre todo, que la caza sea algo natural".
Además, concluyen poniendo de relieve la importancia de esta actividad para el ecosistema del país. "La caza es necesaria e imprescindible para el medio rural y, lo más importante, para el bienestar de las especies".