Enero no es uno de los mejores meses para la creación de empleo, a pesar de la campaña de rebajas. De hecho, en el cómputo global, más de 63.700 personas regresaron al paro tras el fin de la temporada navideña -aunque el panorama cambia si se elimina el efecto estacional-. Y los datos para los autónomos tampoco han sido buenos, lo cual se suma a la ralentización vivida en 2017.
Aunque las previsiones apuntaban a un buen inicio de año, gracias al comienzo de la nueva tarifa plana, lo cierto es que el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) ha perdido a 10.758 inscritos, si bien se registraron 19.000 altas más que en enero de 2017. Por sectores, el comercio (-4.697), la hostelería (-2.861) y la construcción (-1.844) son los que han sufrido las mayores caídas.
Por comunidades, Cataluña sigue sufriendo los efectos de la inestabilidad política y lidera la caída de trabajadores por cuenta propia (-2.368), en segundo lugar se sitúa Andalucía (1.155 autónomos menos), seguida de Madrid (-930). Solo Canarias registró subidas en el número de autónomos.
Todo ello se une a un 2017 que no fue bueno para este sector. Las previsiones oficiales cifraron en 60.000 el número de nuevos autónomos para el curso pasado. Sin embargo, la realidad fue muy diferente: se registró un crecimiento de 14.000 trabajadores por cuenta propia, 46.000 menos de los esperado.
Para 2018, el Gobierno aprobó una nueva Ley de Autónomos -que entró en vigor el pasado 1 de enero- con una sustancial modificación de la tarifa plana. El nuevo trabajador por cuenta propia paga una cuota de 50 euros durante los primeros 12 meses -antes solo estaba disponible durante los primeros seis meses-; en los seis meses siguientes la cuota asciende a 137,97 euros. Tras ese año y medio, el importe sube a 192,79 euros y tras cumplir los 24 meses se paga la cuota completa establecida en 275 euros.
Entre 2013 y 2017, se han registrado 2.842.717 altas en el RETA, pero el número de bajas ha sido de 2.654.212, lo que deja un crecimiento neto de 188.505 nuevos autónomos en los últimos cuatros años. Tomando el mismo periodo, el número de parados totales en España se ha reducido en 1.227.057. Los diferentes organismos que agrupan a los autónomos auguran un 2018 similar al curso pasado. Es decir, con un leve crecimiento en torno a los 10.000 ó 20.000 nuevos trabajadores por cuenta propia.
A pesar de que existen diversas opiniones dentro del colectivo de autónomos, todos apuntan a que una de las grandes dificultades es la tarifa mensual que se paga a la Seguridad Social. Si se cotiza por la base mínima, asciende a 275 euros -a no ser que se tribute en régimen de tarifa plana-, una cantidad que, unida a los otros gastos como el pago del IVA trimestral y la declaración de IRPF, elevan los gastos fiscales de estos trabajadores. Desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ya denunciaron que este colectivo es el que sufre la mayor carga fiscal española, "con una tasa fiscal superior al 40% en términos fiscales".
De hecho, la revista Forbes publicó un artículo sobre el coste de ser autónomo en Europa y Estados Unidos, mostrando las trabas fiscales que viven los trabajadores por cuenta propia españoles en comparación con el resto de países.