Metro de Madrid ha señalado que un componente eléctrico de sus vehículos más antiguos, los modelos 2.000 y 5.000, tienen un componente electrónico en su interior que contiene amianto,si bien aseguran que esta situación no implica ningún riesgo para los usuarios y los empleados del suburbano.
Así lo han indicado a Europa Press fuentes del suburbano en relación a la información del diario El Mundo sobre la presencia de amianto en trenes que circulan actualmente en la red de Metro. Las mismas fuentes indican que se trata de vehículos de entre 30 y 35 años de uso que circulan por la línea 1, 6 y 9 de la red.
Desde Metro recalcan que la presencia de este componente electrónico en las "tripas" de los vehículos no constituye ningún factor de riesgo para los usuarios, puesto que es "imposible" que estén en contacto con este material al no poder acceder a él. A su vez, enfatizan que tampoco entraña peligro para los empleados de la compañía, que reciben la formación necesaria y de manera "continúa" para eliminar los riesgos en relación al contacto con este componente.
Desde Metro exponen que el uso de amianto se prohibió desde el año 2003 para que se utilizara en la fabricación de nuevos elementos, pero se permitía continuar con equipos que se hubieran fabricado antes de esa fecha si se desplegaba el mantenimiento conveniente y adecuado, algo que está "garantizado" en el caso de Metro.
A su vez, indican que el uso de esos vehículos no es ni mucho menos mayoritario en esas líneas, que comportan su operativa mediante trenes más modernos y nuevo. Metro asegura que ningún trabajador ni usuario ha tenido problemas relacionados con el amianto. Por otro lado, Metro ha procedido a retirar cuatro vehículos auxiliares utilizados en tareas de mantenimiento, aunque exponen que esa decisión no se fundamenta en la presencia de amianto.