La cooperativa valenciana Consum -con presencia en seis comunidades autónomas- ha decidido dejar de etiquetar sus productos en valenciano. A partir de ahora, solo lo hará en castellano. "En Consum, como cooperativa valenciana, apostamos desde nuestros inicios por utilizar el plurilingüismo tanto en la atención al cliente como en la rotulación, megafonía, espacios digitales, etc. Estamos presentes en más de 6 comunidades y en más de 700 supermercados, la decisión de etiquetar nuestra marca propia en castellano ha sido testada y aprobada por nuestros socios-clientes con la finalidad de mejorar la legibilidad de nuestros productos", explicaba la marca en su perfil oficial de Twitter.
Presents en 6 comunitats i amb més de 700 supermercats, la decisió d’etiquetar la nostra marca pròpia en castellà ha sigut testada amb els nostres socis-clients i aprovada, com a cooperativa, a fi de millorar la llegibilitat del nostres productes. (2/2)
— Consum (@Consum) February 9, 2018
En Consum, com a cooperativa valenciana, apostem des dels nostres inicis per utilizar el plurilingüisme tant en l’atenció al client com als nostres suports (rotulació, megafonia, papereria, email i espais digitals…). (1/2)
— Consum (@Consum) February 9, 2018
Horas después del comunicado, políticos valencianos de Compromís y diversos usuarios de las redes sociales han mostrado su rechazo a esta decisión de la marca. De hecho, una recogida de firmas en la plataforma Change.org ha superado las 25.000 rúbricas.
El senador Carles Mulet ha pedido en su cuenta de Twitter apoyar esta campaña contra la decisión de Consum. Además, según publica El Mundo, los responsables de las consejerías de Educación y Economía de la Generalidad Valenciana han contactado con directivos de la marca para que den marcha atrás. Rubén Trenzano, director general de Política Lingüística, también se puso en contacto con los responsables de la marca. Aunque, en esta ocasión no se pidió a la marca dar marcha atrás, sino solo se pidió explicaciones sobre tal decisión.
Cabe recordar que, a finales de 2018, la Generalidad Valenciana va a poner en marcha un sello de calidad lingüística para beneficiar fiscalmente a las empresas que apuesten por el valenciano. Todo apunta a que desde la entidad pública han tratado de convencer a Consum de las nuevas ventajas económicas si continúa etiquetando sus productos en valenciano.
Desde las filas de Compromís se han mostrado muy críticos con la decisión de esta empresa privada -que horas después anunció una subida de sueldo a sus empleados del 1,5%-. Alcaldes, asesores, altos cargos del Gobierno regional y diputados no han dudado en arremeter contra Consum. De hecho, en el perfil oficial de Compromís se han hecho eco de un mensaje que cataloga a los andaluces, castellanos y murcianos de xenófobos por discriminar a una marca que etiqueta en valenciano.
Consum no es el problema ni les etiquetes unilingües. El problema és que veuen etiquetes en valencià en Múrcia, Andalusia o Castella i alguns clients es queixen. El problema té nom: xenofòbia contra els no castellans i que guanye sempre qui discrimina al diferent.
— Lluís Mi Campos (@lluismicampos) February 11, 2018