Necesitan dinero rápido. Son las 16:00h en el Puente de Vallecas. Varios jóvenes veinteañeros se encuentran apoyados en un coche mientras hablan y discuten acaloradamente sobre las apuestas que van a realizar. Charlan de fútbol y caballos. Justo a pocos metros se encuentra una casa de apuestas. La puerta se abre y un chico en chándal y con pelo rapado llama a sus colegas efusivamente. Parece estar nervioso. Lo que puede verse en el interior es una sala oscura, un ambiente lúgubre, y casi depresivo.
El grupo hace caso a su amigo y entra. Los vecinos de Vallecas aseguran que el barrio "se les ha llenado de casas de apuestas". Según comenta una trabajadora de una inmobiliaria de la zona, que prefiere permanecer en el anonimato, "estos chicos que has visto van a tirarse ahí dentro toda la tarde". Las casas de apuestas son la nueva moda del barrio. La agente recalca que "los jóvenes no juegan ya a las maquinitas, ahora hacen apuestas online deportivas, piden dinero a sus padres o bien se gastan el sueldo que tengan".
Los motivos de la "conquista territorial" de las casas de apuestas en las zonas más deprimidas son varios. Uno de ellos es que en el centro de Madrid los alquileres de los locales se han disparado, de modo que las empresas se han trasladado a zonas más económicas. Pero no sólo esa es la razón. El perfil de cliente que suele jugar a las apuestas es mayor en lugares como Puente de Vallecas, Usera o Aluche. Muchos son hombres de 18 a 45 años y con bajo nivel de estudios, según datos de Proyecto Hombre.
No sólo el dinero rápido es un incentivo, las casas de apuestas ofrecen otros atractivos como son cerveza gratis o incluso bonos y promociones si "es tu primera vez". Es el caso de la empresa Codere, una de las líderes en mercado de las apuestas online. Además, ofrecen atención personalizada y deporte en directo retransmitido en pantallas gigantes. Incluye, al más puro estilo británico, apuestas de carreras de caballos o galgos.
Adiós a los antiguos salones de juego
Las casas de apuestas están sustituyendo a los antiguos salones de juego, que se han reconvertido, y muchas han retirado las tradicionales máquinas tragaperras. Las típicas palancas, el silencio sepulcral y el sonido de las monedas al caer forman ya parte del pasado.
Han llegado las 'fixed odds betting terminals', son las "neotragaperras", modernas terminales en las que se podría apostar hasta 300 libras en un minuto -el Gobierno británico ya ha limitado estas cantidades debido a las grandes pérdidas que sufrían los jugadores-. En España, la Dirección General de Ordenación del Juego del Ministerio de Hacienda y Función Pública ha publicado en un reciente informe que unos 670.000 españoles apuestan como mínimo una vez al año.
Basta sólo con poner en Google Maps cualquiera de los nombres de las empresas líderes en apuestas deportivas, Sportium, Codere o Luckia, para comprobar el gran crecimiento de locales en Madrid. Sorprende. Carabanchel, Villaverde o Ciudad Lineal son otros de los distritos donde más concentración existe.
Las empresas de apuestas deportivas saben que a los españoles les gusta el juego. Aparece así un nuevo fenómeno, un modelo de negocio rentable en los denominados barrios obreros. Su desarrollo está por ver. Según el Secretario de la Asociación de Salones del Juego en España, Juan Lacarra, "el crecimiento de los salones es incuestionable y nuestra postura con respecto a la planificación de los Ayuntamientos para evitar que en una calle encontremos ocho salones de apuestas, es clara. El comportamiento del mercado puede generar desequilibrios y asimetrías que empresarialmente requieren adoptar decisiones, pero no hay ningún motivo de alarma".