La industria del tequila tiembla ante la escasez de agave, la planta que se usa para realizar esta bebida mexicana. Los productores achacan esta situación al aumento de la demanda de tequila a nivel mundial.
Según recoge Reuters, algunos agricultores se están viendo obligados a usar plantas poco maduras para compensar la falta de agave completamente desarrollado, que tarda entre siete y ocho años en madurar. Las plantas más jóvenes producen menos tequila, lo que significa que se necesitan más plantas poco maduras para producir el mismo tequila, creando así una espiral que provocará más escasez en el futuro.
En este sentido, la falta de agave ha disparado su precio. En concreto, desde 2016 el precio de esta planta se ha multiplicado por 6. "Es imposible competir y que el tequila siga siendo barato", apunta un productor.
"El crecimiento nos está rebasando, es una crisis de éxito de la industria", confesó Francisco Soltero, director de planeación estratégica de Patrón, una conocida firma de tequila.
A esto hay que sumarle el nacimiento de nuevas industrias, que usan el agave para sus productos de alimentación o farmacia, y las oleadas de robos de la planta que están sufriendo las fincas mexicanas. Tanto es así, que el año pasado se denunció el robo de 15.000 plantas, más del triple que en 2016. Esta situación llevó al Congreso de Jalisco a aumentar las penas por el hurto de agave a finales de 2017.