TVE emitió un total de 623 producciones españolas en 2016, entre películas y documentales, un 21% más que el año anterior, "el mayor volumen de emisión de cine español de los últimos 25 años", según la última Auditoría que ha realizado la Intervención Delegada del Ministerio de Hacienda sobre la corporación pública (CRTVE). En concreto, en La2 se visionaron un total de 559 títulos y en La1 otros 70. Así pues, la televisión pública acapara más del 90% del cine español que se emite en todas las televisiones del país, ya que el resto de cadenas apenas emitieron 67 películas.
El coste medio de cada emisión para La2 rozó los 600.000 euros, con una audiencia media de 366.000 espectadores (un 2,5% del share). Además, un total de 37 títulos, cuyo coste superó los 100.000 euros cada uno, fueron emitidos en prime time, pero más de la mitad (el 54%) ni siquiera consiguieron la audiencia media que registra la cadena en la misma franja horaria. Según la citada auditoría, las películas más vistas fueron la española Estoy hecho un chaval y la extranjera La muerte tenía un precio, producidas en 1977 y 1965, respectivamente.
Por otro lado, el ente público destinó más de 20 millones de euros en 2016 a la contratación de películas españolas, a pesar de que el cine nacional tan sólo supuso un incremento medio del 0,1% en la audiencia del canal, lo cual evidencia la "perniciosa gestión que de ello se hace, ya que las audiencias obtenidas por los largometrajes españoles, tanto en La1 como en La2, no se corresponden con sus costes de producción ni con las cantidades aportadas", según denuncia el sindicato USO.
Así, tal y como refleja el siguiente cuadro, el coste público de las películas contratadas en 2016 supera en mucho la recaudación que obtuvieron las mismas en las taquillas de los cines. Por ejemplo, TVE destinó 300.000 euros a Maradona, la mano de Dios, que tan sólo cosechó 19 espectadores en cine y una recaudación de 90 euros.
Los auditores señalan que "habría que plantearse la razonabilidad tanto de la inversión como de su emisión posterior porque en 3 años ha supuesto una pérdida para CRTVE de casi 45 millones de euros, 19 de ellos en producciones no emitidas". USO, por ejemplo, señala en una nota que el ente público "ha tirado a la basura ¡¡2,5 millones de euros!! al no emitir la película Los abrazos rotos. Algún listo (no sabemos si por incompetencia, dejadez, mala voluntad o todo a la vez) ha dejado expirar el plazo de emisión y hemos perdido toda la inversión".
No es un caso aislado, ya que la televisión pública es incapaz de emitir todas las producciones en las que participa. La auditoría señala que "en diciembre de 2014 se procedió a la baja definitiva de valor en existencias de 104 películas españolas adquiridas en fechas anteriores a 2009, por las que se habían pagado casi 24 millones de euros, por haber caducado el plazo de derechos de emisión".
A la ruinosa inversión de producir cine español, cuya rentabilidad es nula en muchos casos, se le suma la compra de derechos de emisión de películas nulas cuya audiencia también es mínima. Los títulos emitidos en 2016 tuvieron un coste medio de 3,4 euros por espectador.
Subvenciones por la puerta de atrás
Antes tales datos, la conclusión de USO es que o bien "se programa mal o se programan malas películas o, lo que es peor, se programan mal películas malas. Si a esto añadimos su coste desorbitado llegamos a este colosal despropósito que la auditoria pone de relieve".
El sindicato denuncia que "parece una operación diseñada para subvencionar de forma encubierta la industria del cine, sin importar ni controlar la calidad de lo que se produce y contrata, derrochando el dinero de todos los españoles […] La auditoría de Hacienda nos revela que la CRTVE mantiene al sector cinematográfico español".
USO exige que "las subvenciones se den con criterios profesionales y en función de las audiencias como requiere el cumplimiento de un honesto y transparente Servicio Público". Y apunta directamente a la pésima gestión del máximo responsable de La2. "El director de La2 es un conocido sindicalista. No por el hecho de ponerse traje, lucir visa y tener secretaria, uno se transforma de un día para otro en un business manager de primer nivel. ¿Dónde está la carrera profesional? ¿Dónde está la trayectoria reconocida en puestos de producción? ¿Es suficiente el dedo divino de un amigo para ocupar puestos de tan alta responsabilidad y cualificación? ¿Sabe usted la de recortes salariales que se podrían evitar o la de contratos tan necesarios en el área técnica que se podrían hacer con ese dinero malgastado?".