Caixabank ha llegado a Valencia para quedarse. A los pocos días de la celebración del referéndum ilegal del 1-O, el buque insignia de la banca catalana decía adiós a Barcelona tras 114 años de historia para mudarse a Valencia.
Ahora, su domicilio social y fiscal está ubicado en la histórica sede del Banco de Valencia en el centro de la ciudad. Y precisamente allí, este viernes, el banco ha presentado sus resultados anuales por primera vez fuera de la Ciudad Condal.
En la rueda de prensa que ha dado la entidad para hacer balance del año, el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha asegurado que la decisión de salir de Cataluña fue "difícil" pero "acertada".Entonces, los mercados celebraron con subidas en bolsa que el mayor banco de la región hiciera las maletas, un efecto que Gual ha reconocido que fue "inmediato" en su negocio.
La marcha "surtió efecto porque la reversión fue inmediata. Si esto fue un viernes (la aprobación del cambio de sede), la reversión ya se veía el lunes siguiente", ha explicado. "El esfuerzo que se hizo en las primera semanas de octubre fue enorme", ha añadido.
Con el objetivo de salvaguardar su acceso al BCE y tranquilizar a los ahorradores, Caixabank tomaba la decisión de cambiar de sede, mientras que otra entidad catalana, Banco Sabadell, también anunciaba que se iba. En su caso, a Alicante.
"Una entidad está obligada a garantizar su futuro y el acceso a la liquidez del BCE, y esto se garantizaba así", ha dicho Gual. "Mas allá de las cuestiones emocionales", en relación a lo que significaba Caixabank para Cataluña, "estaba la garantía de los depósitos de los clientes", ha recordado el número uno del banco.
700 millones menos en depósitos por el 'proces'
Aunque el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, ha asegurado que la situación del banco en la actualidad es "de absoluta normalidad entre nuestros clientes catalanes y del resto de España", Gortázar ha reconocido que en el cuartro trimestre hubo una fuga de depósitos de 700 millones de euros.
"Supone una pérdida del 0,2% del total, una cantidad poco significativa si tenemos en cuenta que el conjunto del año cerró en positivo, con 10.600 millones de euros más", ha asegurado. Así, los recursos totales de clientes se han situado en los 349.458 millones de euros, con un aumento del 15% tras la incorporación de BPI (que contribuye con 34.963 millones más, un 11,5% más),
"En octubre tuvimos unas salidas moderadas de recursos de clientes y el nivel de preocupación creciente nos llevó a cambiar de sede", ha explicado el directivo, aunque no ha dado el dato concreto de la pérdida de ahorradores de esos días. "Pero vemos que los vaivenes de octubre han quedado completamente superados", ha insistido.
Los mayores beneficios de su historia
A pesar del desafío separatista, Caixabank ha presentado unos resultados récord. En el ejercicio 2017, el banco tuvo un beneficio atribuido de 1.684 millones de euros, lo que incrementa en un 60,9% los resultados de 2016 y marca un máximo histórico.
La entidad ha atribuido este repunte "fundamentalmente a la mejora de Caixabank en España" y a la incorporación del banco portugués BPI. En el mercado nacional el resultado de la entidad ha alcanzado los 1.508 millones de euros, un 44,1% más que un año antes.
Respecto a la cuota de penetración, CaixaBank se mantiene como primera entidad en España con el 26,7% y la primera posición en nóminas domiciliadas, con una cuota del 26,3%. En fondos de inversión tiene el 16,7% del pastel, en planes de pensiones, el 23,5% y en seguros de ahorro, el 26,4%.