Nuevas reglas para los turistas que quieran acudir al famoso Barrio Rojo de Ámsterdam. Y es que el Ayuntamiento de la ciudad quiere a poner coto a los visitantes de una de sus mayores atracciones turísticas.
Con el objetivo de garantizar la tranquilidad de las prostitutas, esta semana el consistorio ha aprobado una norma que exige a los turistas que acudan con guía y en grupo "no mirar a las mujeres de forma continuada", e incluso, "situarse de espaldas" a los populares escaparates. Tampoco podrán tomarles fotos ni dirigirse a ellas si no piensan contratar sus servicios.
Según recoge El País, por el barrio pasan cerca de 31.000 visitantes a la semana de la mano de guías. En el barrio de los 293 escaparates viven más de 3.000 vecinos, que también se quejan de la afluencia de visitantes.
Otra de las medidas aprobadas es que los guías tampoco podrán llevar a más de 20 personas en la ruta y tendrán que pagar una licencia que tiene un precio de 100 euros por un año y medio. Para ello, habrá vigilantes de refuerzo.