Cada cierto tiempo Intermon Oxfam publica un informe sobre la distribución mundial de la riqueza. Generalmente, los titulares y la información tienden a ser tendenciosos. Los datos que ofrecen informan sobre que el 1% de la población mundial acumula el 50% de la riqueza total o que solo el 10% de los habitantes poseen el 90% total de la fortuna planetaria.
Sin embargo, no es tan difícil estar entre los más acaudalados del mundo, de hecho, la mayoría de los españoles están en el lado más rico del planeta. El 75% de todos los habitantes de España se encuentra entre el 20% de la población con mayores recursos. Pero, además, el 43% de los españoles -casi la mitad del país- está entre el 10% más rico del mundo.
Esto es así porque el 70% de toda la población mundial tiene un patrimonio inferior a 8.500 euros. Es decir, entre casas, y recursos financieros no superan esa cantidad. Esto supone que cualquier persona que supere entre sus ahorros y bienes patrimoniales dicha cantidad se encuentre entre el 30% más rico del mundo. En el caso de España, con un sueldo de 1.000 euros al mes, se necesitaría menos de un año para estar en ese 30%.
La población mundial adulta cuenta con 5.000 millones de personas -contando a los niños estaríamos en 7.442 millones-. De ellos, 3.500 millones viven con menos de 5,5 dólares al día. Tomando el último informe de Credit Suisse sobre la riqueza media mundial se puede observar que con un sueldo medio español podríamos estar en pocos meses entre los habitantes más acaudalados del planeta.
En la mayoría de los países africanos y en muchos asiáticos la riqueza media está por debajo de los 5.000 dólares. En América Latina y todo Asia la acumulación de capital medio está por debajo de los 25.000 dólares. Mientras que para estar entre los países más ricos es necesario tener más de 100.000 dólares de media individual en patrimonio o en ahorros. Credit Suisse sitúa la riqueza media de los adultos españoles por encima de los 116.000 dólares. Concretamente, para estar entre el 10% más rico del mundo una persona necesita una riqueza neta de 71.600 euros. Es decir, con una casa pagada ya estaríamos dentro de ese 10%.
A pesar de las grandes diferencias de renta entre países, lo cierto es que la pobreza extrema ha descendido brutalmente en los últimos años. En 1850 el 81,5% de la población mundial vivía en situación de pobreza extrema. En 2015, solo el 9,6% se mantenía en esa situación de miseria, lo que supone una caída del 71,9% en 168 años.
Pero, además, cabe señalar que en 1980 la tasa de pobreza extrema era del 44,3% -en menos de 40 años la pobreza extrema se ha reducido un 34,7%, gracias a la globalización-. Las estimaciones de la Institución Brookings apuntan a que en 2030 -en 12 años- el nivel de pobreza extrema sea del 5% mundial. De 2015 a 2016, en solo doce meses, la riqueza global aumentó en 3,5 billones de dólares, situándose en un total de 256 billones.