La entrada del millonario ruso Mikhail Fridman en el accionariado de DIA ha disparado esta semana la cotización de los títulos de la cadena de supermercados española. El fondo Letterone Investments, propiedad de Fridman, ha elevado su participación en la compañía hasta el 15% de su capital social, valorada en más de 411 millones de euros. Además, el magnate se ha comprometido a hacerse con un 10% adicional de la compañía llegando a alcanzar el 25%, y un valor de 686 millones de euros.
Con este movimiento, Fridman se convierte en el primer accionista de la cadena, por delante del banco estadounidense Goldman Sachs, que contaba con el 11,72% de las acciones, y de Baillie Gifford (10,02%). De momento, "Letterone no tiene intención de formular una opa sobre DIA", aseguran. Eso sí, se quedaría cerca del 30%, umbral que si supera, estaría obligado a lanzarla.
Fue el pasado mes de julio cuando Letterone entró por primera vez en el capital de la compañía que dirigen Ana María Llopis y Ricardo Currás. Lo hizo adquiriendo el 3% y con la intención de llegar al 10%, un objetivo que cumplió rápidamente.
¿Quién es Mikhail Fridman?
Fridman es el séptimo hombre más rico de Rusia y una de las mayores fortunas del mundo. Su patrimonio rondaría los 14.400 millones de dólares, según Forbes.
A través de su fondo invierte en energía, telecomunicaciones, tecnología y supermercados. Dentro de este último sector, el magnate es el máximo accionista de X5, una cadena de supermercados apodada como el Mercadona ruso, que está entre los primeros minoristas de descuento y ha sufrido un gran crecimiento en los últimos años. Según Bolsamanía, Fridman controla el 47,86% del accionariado de esta firma. Otra de sus últimas apuestas más famosas ha sido la inversión de 200 millones de dólares en Uber en 2016.
Según Business Insider, Fridman, de 53 años, está divorciado, tiene cuatro hijos y reside en Londres. La compañía que dio origen a su fortuna es Alfa Group un conglomerado fundado en 1989 bajo el que operan compañías como Alfa Bank, uno de los mayores bancos privados de Rusia.
En España su nombre estuvo ligado el pasado año a la detención de Peter Wakkie, un empresario vinculado con Fridman, al que los servicios de inteligencia de EEUU acusan de haber ayudado a hackers rusos a acceder a los servidores del Partido Demócrata para favorecer a la campaña del presidente electo, Donald Trump. Además, Fridman tiene una relación de amistad con Vladimir Putin