Ahora Madrid tiene paralizados una larga lista de proyectos urbanísticos desde que alcanzó el poder en la capital y, una vez que los autoriza, reduce de forma sustancial la construcción de viviendas previstas, limitando así la oferta inmobiliaria de la capital en un momento en el que la demanda crece con fuerza. De hecho, Madrid se está quedando sin viviendas usadas a la venta, después de que el stock haya bajado más de un 40% en los últimos tres años.
El director de Planeamiento y Gestión Urbanística, Juan Carlos Merino, anunció el miércoles en la comisión de Desarrollo Urbano Sostenible que el Ayuntamiento de Madrid reducirá el número de viviendas previstas en el plan director de los Desarrollos del Sureste a la mitad, de 105.000 viviendas inicialmente previstas a 53.000.
Merino defendió una "construcción responsable de la ciudad", sin obviar el "fuerte impacto presupuestario" de los planeamientos. Otras cifras que aportó el director general tienen que ver con la reducción paralela de la inversión privada, de 3.100 a 1.605 millones de euros y con la inversión anual en equipamientos públicos, que pasará de 180 millones a 90. Juan Carlos Merino indicó a su vez que la inversión municipal se reajustará, de modo que el conjunto de inversiones municipales pasará de los 100 millones de euros al año a una media que se reducirá a la mitad, 50 millones.
¿El resultado de estas limitaciones? Precios muchos más caros y regreso de las "infraviviendas y las chabolas" a la capital, tal y como advierte Fernando Encinar, jefe de Estudios del portal inmobiliario Idealista, en su cuenta en Twitter.
El stock de vivienda en Madrid capital se ha reducido un 40% en 3 años. Quedan menos casas, están poniéndose más caras, no hay visos de que el stock aumente y cada vez más gente se muda a la capital. Los precios subirán, volverán las infraviviendas y las chabolas.
— Fernando Encinar (@fencinar) January 24, 2018