El año que acaba de empezar se presenta razonablemente tranquilo para los líderes europeos. Mientras que 2017 estaba marcado en rojo en el calendario por las elecciones celebradas en Alemania y Francia, este 2018 solo preocupan los comicios generales previstos en Italia, donde la coalición de Silvio Berlusconi lidera las encuestas.
Esta aparente calma contrasta con los nervios que empieza a generar en Bruselas el calendario del próximo año 2019. Para entonces, está prevista la activación del Brexit, la renovación de la Comisión Europea y la celebración de Elecciones al Parlamento Europeo. Sin embargo, quizá el acontecimiento que más nervios genera entre las élites comunitarias es el relevo al frente del Banco Central Europeo.
Según explica el Wall Street Journal, "entre las élites europeas, la labor de Mario Draghi está muy reconocida, especialmente por la capacidad de liderazgo que demostró en julio de 2012, cuando afirmó que haría todo lo necesario (whatever it takes) para proteger el euro". Aquel pronunciamiento moderó significativamente el estrés financiero que soportaba la deuda pública en el Viejo Continente y sirvió como aperitivo para el programa de compra de activos que sigue aplicándose en 2018.
Primero De Guindos, luego Weidmann
A la hora de reequilibrar la balanza de poder del BCE, la primera partida se jugará a finales de enero, cuando los ministros de Economía del Viejo Continente se conjuren para hablar sobre la sucesión de Vítor Constancio, un socialista portugués que viene ocupando una de las seis vicepresidencias de la entidad desde el año 2010. La imposibilidad de mantener el cargo más de ocho años obligará al luso a dejar el cargo el próximo mes de mayo, abriendo una nueva batalla institucional entre los distintos países miembros.
El gobierno de Mariano Rajoy lleva meses presionando para colocar a Luis de Guindos en el asiento que venía ocupando Constancio. Si prospera la candidatura del ministro, España volverá a contar con un vicepresidente del BCE cuando habrán transcurrido seis años de la salida de José Manuel González-Páramo, hoy consejero de BBVA y presidente de European Data Warehouse GMBH.
Superado este primer trámite, llegará el momento de empezar a pensar en el sucesor de Mario Draghi. El mejor posicionado para el cargo es Jens Weidmann, un economista alemán de 50 años que preside el Bundesbank desde mayo de 2011. Con anterioridad, este tecnócrata teutón ha pasado por el Fondo Monetario Internacional y el G-20. Además, ha sido asesor de Ángela Merkel y ahora preside el Bundesbank, de modo que su candidatura es de la máxima confianza de la canciller germana.