El anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminantes de las Islas Baleares, que aún no ha entrado en el Parlamento regional, recoge una serie de medidas restrictivas que prohibirán varios productos que, a día de hoy, forman parte de la vida cotidiana de los ciudadanos. Todo ello se hará, según el Gobierno balear, para reducir un 10% la producción de residuos en dos años.
Una de las prohibiciones más llamativas es la que afecta a las cápsulas de café de un solo uso fabricadas con material no compostable. Si finalmente esta normativa queda aprobada, en 2020 las cápsulas de café podrían pasar a formar parte de la historia, ya que estaría prohibida la venta del producto. Solo podrán comercializarlas aquellas empresas que mantengan un proceso de recogida y reciclaje de estas cápsulas.
Pero no solo estas populares cápsulas estarán prohibidas en 2020 en las Islas Baleares, los platos, los cubiertos, los vasos y las bandejas de plástico también dejarán de comercializarse en el territorio. Como ocurre con las cápsulas, solo podrán venderse aquellos productos fabricados con material compostable.
La higiene también cambiará en Baleares con la aprobación de esta nueva ley, ya que los bastoncillos para los oídos y las cuchillas de afeitar de un solo uso quedarán prohibidos. En menos de dos años, el Gobierno formado por el PSOE, Podemos y los econacionalistas de MES quieren eliminar el uso de todos estos productos, que son de lo más común en los hogares. Pero esto no es todo, aquellos utensilios como los mecheros, los cartuchos para la impresora y los tóneres que no sean recargables tampoco se podrán vender en ningún comercio de las islas.
Todas estas medidas, si finalmente queda aprobada la Ley de Residuos y Suelos Contaminantes, entrarían en vigor en el año 2020. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2019 ya empezará a restringirse el uso de las bolsas de plástico no reutilizables, que tampoco podrán ser distribuidas en ningún comercio balear.
Los bares tendrán que dar agua gratis
Las restricciones y prohibiciones no acaban aquí. El Gobierno balear se ha propuesto reducir el uso de las botellas de agua. Para ello, obligará a los bares y restaurantes a ofrecer agua del grifo gratis y "de forma complementaria a su oferta". Esto quiere decir que, si un cliente pide una botella de agua, los camareros deberán ofrecer agua gratis en lugar de que el cliente pague por el producto.
Las administraciones públicas de las islas promoverán que en los espacios públicos haya fuentes de agua potable. Las encargadas de ello serán las empresas propietarias de las máquinas expendedoras. En los edificios públicos, será obligatorio que estas empresas instalen y mantengan una fuente de agua potable gratuita. La guerra contra las botellas de agua no acaba aquí, ya que en todos los eventos que cuenten con el apoyo de las instituciones públicas el uso de estos botellines de agua estará regulado. Además, será obligatorio la instalación de un sistema de depósito para recoger los envases utilizados.
La normativa autonómica contempla una serie de sanciones para aquellos que se salten la ley. Las multas oscilarán entre los 300 y los 9.000 euros si se trata de infracciones leves y podrían llegar hasta los 300.000 euros y los 1.750.000 euros si son faltas graves o muy graves contra la normativa.