El año 2017 ha cerrado con 18,46 millones de afiliaciones, según los datos publicados por el Ministerio de Empleo. Son 611.000 cotizantes más que en diciembre de 2016 y, de mantenerse la tendencia actual de crecimiento, podría superarse el nivel de los 19 millones a mitad del próximo año.
El promedio de afiliaciones de 2017 ha crecido un 3,6% sobre el de 2016, un incremento que supera en términos absolutos la cota de las 600.000 nuevas afiliaciones por primera vez desde 2006, en una perspectiva histórica que combina diferentes series de datos.
Sin embargo, en el mes de diciembre se observa un crecimiento menor de lo esperado. Tras un fuerte avance del mercado laboral en octubre y noviembre, la previsión era de 80.000 nuevos afiliados, pero el registro ha sido de 42.000. Descontada la estacionalidad, lo que permite comparar el crecimiento entre distintos meses, el aumento ha sido de 36.000 afiliaciones, casi la mitad del promedio registrado en octubre y noviembre.
Los servicios explican esta ralentización y, dentro de éstos, crecen mucho menos tanto las ramas de actividad vinculadas con el sector público -sanidad y educación- como el comercio o las relacionadas con la externalización empresarial -búsqueda de empleo, funciones administrativas, servicios centrales…-. Entre las principales actividades del sector servicios, la desaceleración es general, a excepción de la hostelería.
Es difícil identificar una tendencia debido a lo errático de la serie mensual, problema que se soluciona en parte agrupándola en base trimestral. En este caso, el crecimiento en el cuarto trimestre del año es del 0,8%, lo que se sitúa ligeramente por encima del tercero y en línea con la media histórica de los trimestres en los que ha habido crecimiento.
El empleo en Cataluña se ralentiza
Por otro lado, desde el recrudecimiento de la crisis política catalana, la composición laboral en España ha cambiado. El debilitamiento económico en Cataluña se ha visto compensado por un mayor crecimiento en Madrid durante el cuarto trimestre, mientras que el resto de CCAA han mantenido su peso más o menos intacto.
Sin embargo, en diciembre, el ritmo de expansión en Madrid ha perdido algo de fuerza, mientras que en la provincia de Barcelona no hay señales de reactivación y en el resto de Cataluña el empleo se encuentra, prácticamente, estancado.
Previsión de crecimiento
El indicador sintético del PIB incluye, aparte de los registros de afiliaciones, otras referencias, como son los índices de confianza PMI, que, al contrario que el empleo, no muestran señales de desaceleración en diciembre. Dicho indicador apunta un crecimiento del PIB en el cuarto trimestre del 0,8%, misma previsión que hace dos meses, y que coincide con la del Banco de España.
Finalizado 2017, con un crecimiento del PIB estimado en el año del 3,1%, superior a lo previsto por el consenso en el inicio del año, la clave es comprobar si la desaceleración tiene continuidad en el inicio de 2018 y, en su caso, con qué intensidad. El indicador sintético apunta una ligera desaceleración del PIB en el primer trimestre de 2018 y un crecimiento del 3% para el conjunto del año, si bien se basa todavía en estimaciones y no en datos reales.
Por ramas de actividad, habrá que vigilar el empleo en los servicios del comercio o del vinculado con la externalización, mientras que los del transporte y logística es de esperar una mejor evolución por el creciente consumo a través del comercio electrónico, que precisa del soporte de este tipo de empleo. Por comunidades el foco seguirá siendo, inevitablemente, Cataluña.