El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes un decreto ley por el que se prorrogan y aprueban diversas medidas tributarias y otras medidas urgentes en materia social, entre las que contempla los coeficientes de actualización de los valores catastrales para 2018, solicitada por 1.830 municipios.
La actualización de los valores se lleva a cabo a petición de los propios ayuntamientos y tendrá efectos en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que se devenga el 1 de enero. En concreto, el catastro se ha actualizado al alza en 1.296 municipios y, a la baja, en 534. Badajoz, Cádiz y Teruel son las capitales de provincia en las que más subirá el importe que pagarán este año los propietarios de viviendas, locales y terrenos en concepto de IBI.
Así, de los 1.830 municipios revisados, los 1.296 que actualizaron por última vez el catastro antes de 2004 verán incrementada la valoración de las viviendas con un coeficiente que oscila entre el 1,08 para los anteriores a 1991 y del 1,03 para los que lo hicieron entre 2001 y 2003. Es decir, que un inmueble de Badajoz, Cádiz o Teruel -que registraron su última valoración en 1996- valorado en 100.000 euros pasará ahora a constar en el catastro en 105.000 euros y este será el importe sobre el que se aplique el tipo del IBI. Además de estas ciudades, también se ha revisado al alza el valor en catastro de los inmuebles en Valencia (aplicando un coeficiente del 1,04), Logroño (1,04), Huelva (1,04) y Huesca (1,03).
Por el contrario, los 534 municipios que actualizaron por última vez el catastro entre 2005 y 2012, en plena burbuja inmobiliaria, verán ahora reducido el valor de los inmuebles. En este caso, el coeficiente oscila entre el 0,96 -para los municipios revisados entre 2005 y 2010- y el 0,91 para los de 2012, el último año sujeto a este cambio normativo. Es decir, que un inmueble registrado en 100.000 euros en 2012 ahora pasará a estar valorado en 91.000 euros. Las revisiones a la baja también afectan a algunas capitales de provincia, como Lérida (con un coeficiente del 0,96) o Castellón de la Plana (0,91), o a grandes municipios como Marbella (0,91).
Destaca el hecho de que casi un tercio de los municipios que incrementan el valor catastral de sus inmuebles, un total de 522, se concentran en la comunidad autónoma de Castilla y León. En concreto, 124 de ellos están ubicados en la provincia de Burgos, seguida de Ávila (109 localidades), Segovia (84), Salamanca (52), León (46), Zamora (38), Soria (28), Valladolid (23) y Palencia (18).
También destaca Aragón, con 208 municipios que incrementan su valor catastral -frente a 27 donde disminuye-, sobre todo ubicados en la provincia de Teruel (94), seguida de Huesca (85) y Zaragoza (29). En el caso de Cataluña, 141 municipios suben el valor catastral de sus inmuebles y 44 lo disminuyen, sobre todo en la provincia de Barcelona, donde 33 experimentan descensos.
En el caso de la Comunidad Valenciana, la tendencia se invierte, ya que 85 localidades aumentarán su valor catastral, en tanto que lo disminuirán 100 de ellas, la mitad ubicadas en la provincia de Valencia. En Castilla-La Mancha, 139 municipios experimentan aumentos del valor catastral, sobre todo ubicados en la provincia de Cuenca, frente a 36 que registran descensos.
Andalucía concentra 57 localidades que incrementan su valor catastral y 90 que lo disminuyen, ubicadas principalmente en municipios costeros turísticos de Málaga y Almería, como Marbella, Benalmádena, Vera o Roquetas de Mar. La actualización había sido solicitada por los propios ayuntamientos y en ocasiones revisa valoraciones que no se habían modificado desde los años ochenta.