El empleo en España crece fuerza en 2017. Según los datos de la contabilidad trimestral del INE, que mide el empleo equivalente a tiempo completo, es decir, ponderando por las horas efectivas de trabajo de una jornada parcial y/o contrato temporal, aumenta a un ritmo superior al 3% en su tasa trimestral anualizada.
En perspectiva, la evolución del empleo en los últimos 40 años muestra cómo ha cambiado la estructura económica de la economía española. El empleo en los servicios, en especial servicios de mercado, ha ido ganado peso contra la industria y el sector.
Si en 1980, sobre un empleo de algo más de 12 millones, un 34% pertenecían al sector de servicios de mercado, en la actualidad sobre un total de casi 17 millones explica un 55% del total. Por el contrario, el empleo en el sector primario, la industria y la construcción es hoy un 64%, 21% y 6% inferior al de hace cuatro décadas.
Los servicios de mercado, que excluyen los de no mercado como la sanidad la educación y el empleo público en oficinas, contribuyen de manera notable al crecimiento del empleo, y representó, por ejemplo, dos terceras partes del crecimiento entre 1996 y 2008, momento en el que estalló la crisis.
Diez años después del inició de la crisis, no se ha recuperado el nivel de empleo de 2008. Entonces, había algo más de 20 millones de empleos mientras que actualmente hay 18 millones. Por sectores, únicamente los servicios ya han superado la cota máxima previa a la crisis. En cuanto al resto de sectores, no se puede definir su crisis como coyuntural explicada por el ciclo económico, sino que su carácter es más estructural.
En el caso de la industria, su máximo se remonta a casi 20 años atrás y deberían pasar, al ritmo actual de crecimiento del empleo, nueve años más para superar su máximo de 2001. Bajo esa hipótesis, en la construcción, deberían pasar más de 40 años, por lo que resulta lógico dudar si el ladrillo recuperará su máximo histórico de 2007. Finalmente, el sector primario alcanzó su máximo en 1980, es decir casi cuatro décadas, y deberían pasar otras cuatro décadas más para que la agricultura, pesca y ganadería recuperaran su nivel máximo.
El sector servicios supera la crisis
Si el sector servicios ya ha superado la crisis es debido al crecimiento de los de los servicios no de mercado, dado que los servicios de mercado no lo harán hasta previsiblemente la primera mitad del próximo año. De cumplirse, supondría que habrían pasado cinco años desde el inicio de la recuperación de 2013. Dentro de este subsector, el comercio, el transporte y la hostelería, por un lado, y las actividades profesionales, técnicas y administrativas, por otro, son los principales catalizadores y explican más tres cuartas partes del crecimiento, en concreto el 48% y el 29%, respectivamente.
Mientras que la recuperación del consumo de los hogares explica en gran parte la mejora del comercio o la hostelería, dentro de las actividades profesionales, técnicas y administrativas, la externalización de diversas funciones explica gran parte de su crecimiento desde 2013, concretamente un 78%.
¿Qué se entiende por externalización? Por ejemplo, los servicios de búsqueda de empleo que cada vez se externalizan más en empresas especializadas, las funciones administrativas como son la gestoría o el pago de nóminas, los servicios de limpieza o jardinería y los servicios centrales y de consultoría. En todos estos casos, la empresa que externaliza estos servicios libera recursos para poder centrarse en lo que realmente sabe hacer y, por efecto de las economías de escala, probablemente obtiene el servicio a un menor coste que si estuviera integrado en su estructura.
Todavía queda mucho por hacer
Aparte de España, en otros doce países europeos el empleo se encuentra todavía por debajo del previo a la crisis. En Italia o Francia apenas es un 1% inferior y la recuperación está muy creca, mientras que únicamente Letonia y Lituania se encuentran más lejos que España.
La recuperación, por tanto, queda aún lejos. Partiendo de un crecimiento del empleo como el actual, pasarían, aproximadamente, cuatro años más para recuperar todo el empleo perdido durante la crisis. En un escenario más conservador, tomando como referencia la media histórica de creación de empleo, España tardaría hasta once años más. Bajo estos supuestos, la crisis laboral duraría entre trece y veinte años. El escenario más pesimista, supondría una duración similar a la Japón tras su crisis de 1997.
En definitiva, el empleo crece con fuerza en la actualidad gracias a las actividades más vinculadas con el consumo de las familias y a las relacionadas con la externalización de servicios. Sin embargo, la fase de destrucción laboral fue tan grave que la duración de la crisis se prolongará casi cuatro años más en el mejor de los casos.