El precio del alquiler en España se ha incrementado un 24% en el último año provocado por la mejora de los niveles de empleos y la falta de ahorros para acceder a un préstamos hipotecario, según el portal inmobiliario idealista, que advierte de que la incertidumbre derivada de la crisis política en Cataluña puede cambiar la tendencia en Barcelona, Madrid y, en menor medida, en la Comunidad Valenciana.
El jefe de estudios de idealista, Fernando Encinar, explica que en el año 2000 alquilar un piso era "misión imposible" por los altos precios y la escasa oferta, con menos del 9% del mercado, mientras que en 2017 Madrid es la tercera ciudad de la Unión Europea con más viviendas en alquiler y Barcelona es la sexta. A la espera de los datos de cierre, idealista cifra la subida del precio del alquiler en el último año en un 24%, aunque señala que parece que la tendencia tiende a estabilizarse, pues el crecimiento en el tercer trimestre fue solo un 0,5% trimestral.
No obstante, los precios evolucionan de manera muy distinta dependiendo de las zonas. Las subidas interanuales más relevantes vienen protagonizadas por los mercados no principales, como Las Palmas, Girona o Málaga, que en 2017 han comenzado a ajustar sus precio al alza. Barcelona y Madrid, sin embargo, han moderado sus subidas en 2017 frente a años anteriores y se elevan un 5,4% y un 10,7%, respectivamente.
En todo caso, señala que las grandes ciudades tienen sus propios micro mercados que evolucionan de manera diversa, ya que, por ejemplo, alquilar una casa dentro de la M-30 en Madrid es, de media, un 47% más caro que hacerlo fuera, donde todavía es relativamente sencillo encontrar alquileres económicos.
Inversores minoristas
Según el portal inmobiliario, el fenómeno del alquiler no se entendería sin la apuesta decidida de pequeños y medianos inversores que en los últimos tres años han decidido mover sus ahorros desde sus cuentas bancarias a los pisos para, tras una buena inversión en la reforma, sacarlos al mercado del alquiler.
En este sentido, idealista se refiere al "nuevo mantra" por el que se piensa que "si sube es burbuja" y de que cualquier inversor es "un especulador malvado que provocará inevitablemente que los precios suban como la espuma", cuando en realidad "la mayoría de los inversores que están actualmente en el mercado son ahorradores que han decidido que su dinero, parado en el banco, merecía algo de marcha y están recibiendo mejores rentabilidades vía alquiler".
Así, señala que el perfil del inversor "nervioso" que compraba una vivienda para venderla al poco tiempo con grandes plusvalías que proliferó hace 10-14 años ha desaparecido del mercado, mientras que el nuevo inversor es "más pausado, tranquilo y asume la rentabilidad que el alquiler de la vivienda le produce, sin ánimo de vender de momento".
El factor empleo
Para Idealista, la tendencia alcista que está registrando el precio de las viviendas en alquiler no viene provocada por un aumento de la especulación, sino por la mejora de los niveles de empleo y de la certidumbre laboral, que ha actuado como acelerador de la demanda, que a su vez se encuentra dividida en dos grupos.
En concreto, dos tercios de las personas que están buscando un alquiler lo hacen por no disponer de los ahorros necesarios para acceder a un préstamo hipotecario, entorno al 30% del valor de compra, según datos de idealista. El otro tercio se compone de personas que han elegido voluntariamente el arrendamiento, aun pudiendo pagar una compra, conscientes de los riesgos y sacrificios que supone la firma de una hipoteca.
La incertidumbre de Cataluña
Ante la mejora económica, explica idealista, las casas que se alquilaron entre 2011-2013 en un entorno de una profunda crisis económica salen ahora, finalizados sus contratos, a un escenario "radicalmente distinto" y sus precios despiertan de la "hibernación" en la que estuvieron durante siete años.
Esta situación, que estaba empezando a moderarse sobre todo en los grandes mercados, puede cambiar en el cuarto trimestre, advierte el portal inmobiliario, que apunta que la incertidumbre política catalana puede modificar la tendencia no solo en Barcelona sino también en Madrid y en menor medida en la Comunidad Valenciana, especialmente en Valencia y Alicante. Por un lado, idealista cree que en la capital catalana muchas operaciones de compraventa que se están retrasando o que no se cierran por falta de financiación pueden animar a dar el salto al alquiler a la espera de que se aclare el panorama político, con la influencia en precios al alta que conlleva.
En Madrid, está aún por ver la influencia en el mercado de alquiler medio-alto que supondrá la llegada de equipos directivos y cargos medios de las cientos de empresas que en los últimos dos meses han movido su sede social a Madrid. Este "desembarco" se suma al que ya se viene produciendo en los últimos 18 meses, ya que la población en Madrid está creciendo de forma constante y empujando a los precios del alquiler al alza.
"La enorme oferta de momento modera los precios, pero con la migración que está experimentando la capital, o aumentamos sensiblemente las casas en alquiler o me temo que el precio del alquiler seguirá subiendo en Madrid, con la inestimable ayuda de un ayuntamiento que se niega a construir nuevas viviendas, que ni están ni se las espera", ha añadido Encinar, que espera que dure la "niña bonita" que supone ahora el alquiler, frente al "patito feo" que fue durante décadas.