En España se vendieron un total de 354.405 inmuebles hasta el pasado septiembre, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), y se espera que la cifra total ronde las 500.000 transacciones al término del presente ejercicio, registrando así el mayor volumen desde 2008, cuando la crisis hizo su plena aparición en España. De este modo, la demanda inmobiliaria encadenaría su tercer año consecutivo con aumentos de dos dígitos, tras el crecimiento medio del 11,5% y 14% en 2015 y 2016, respectivamente.
Así pues, es evidente que el hambre por el ladrillo ha regresado a España, pero ¿qué factores explican esta favorable evolución tras el duro golpe que sufrió el mercado inmobiliario tras el estallido de la burbuja? La mejoría económica, la gradual reapertura del sector hipotecario, el ajuste de precios y el apetito de los inversores extranjeros explican, en gran medida, el resurgimiento de la vivienda y su consiguiente subida de precios, tal y como explica la patronal CEOE en su último informe trimestral sobre la economía española.
En primer lugar, el notable crecimiento de PIB, tras registrar tres ejercicios consecutivos con avances superiores al 3% interanual, ha posibilitado la creación de 1,5 millones de puestos de trabajo, mejorando con ello la renta disponible de las familias y la confianza general de la población.
A ello se suma, por otro lado, la gradual reapertura del mercado hipotecario. Por el lado de la oferta, los bancos están relajando sus condiciones de acceso al crédito debido, entre otras razones, al aumento de la competencia, las mejores perspectivas tanto económicas como inmobiliarias y la mayor solvencia de los prestatarios. Mientras que, por el lado de la demanda, las familias se animan a firmar una hipoteca por las favorables perspectivas del mercado residencial, la mejora de la confianza de los consumidores, los bajos tipos de interés y el ascenso de las operaciones de reestructuración de deuda.
El tercer factor tiene que ver con el precio de los inmuebles, ya que, en la actualidad, todavía se sitúan un 30% por debajo del nivel máximo registrado en 2007. La combinación de menores precios y bajos tipos de interés ha permitido que el Indicador de Esfuerzo Teórico Bruto para la compra de vivienda (importe de las cuotas a pagar por un hogar medio en el primer año tras la adquisición de una vivienda tipo financiada con un préstamo estándar por el 80% del valor de tasación) haya mostrado una clara tendencia descendente desde 2008, cuando rozaba el 60% de la renta bruta disponible del hogar, hasta situarse en el 34% hoy.
Por último, destaca el papel que sigue jugando la demanda extranjera en la recuperación del mercado inmobiliario. A partir de 2011, las compras por parte de inversores foráneos se empezaron a recuperar rápidamente, alcanzando en la actualidad en torno al 17% de las transacciones totales. La mayor parte de las compras de vivienda de extranjeros se concentran en la costa mediterránea y en las islas (Baleares y Canarias), alcanzando tasas del 40% del total de las transacciones en provincias como Tenerife o Alicante.
Por otro lado, aunque los británicos han sido históricamente -y continúan siendo- los principales compradores de vivienda en España, con un 15,1% de las ventas realizadas por extranjeros, su peso ha caído desde 2008, cuando representaban más del 37%. El Brexit y la depreciación de la libra están afectando negativamente a la demanda procedente de Reino Unido. Sin embargo, tal y como aclara la CEOE, "la caída de las compras de los británicos se está viendo más que compensada por el dinamismo de las compras realizadas por los ciudadanos franceses, alemanes o suecos, que registran crecimientos interanuales de dos dígitos. También los italianos, los rumanos o los chinos están aumentando su participación".
En definitiva, "la demanda de compra de vivienda en España se ha visto favorecida por la mejora de la situación económica, del empleo, los bajos tipos de interés, las mejora de las condiciones de acceso a la financiación y el descenso de los precios de los inmuebles. También la demanda extranjera se ha recuperado después de la crisis, incluso antes que la demanda nacional", concluye el informe.