Una de las múltiples promesas que ha blandido el movimiento separatista durante el procés es que las pensiones catalanas no solo estarían garantizadas en caso de independencia, sino que los jubilados incluso gozarían de mayores prestaciones. Los números, sin embargo, desmontan, una vez más, esta afirmación.
En el actual modelo de reparto, la cuantía de las pensiones públicas depende directamente de la proporción existente entre jubilados y cotizantes, y la cuestión es que, desde 2012, el sistema registra un déficit estructural, lo cual significa que los ingresos por cotizaciones sociales no alcanzan para sufragar el coste de las pensiones contributivas. Sin embargo, este déficit varía en función de cada región.
En este sentido, Madrid y Cataluña son las dos caras de la misma moneda, tal y como señala un informe de Convivencia Cívica Catalana publicado el martes, con datos correspondientes al ejercicio 2016. Así, mientras que la Comunidad de Madrid fue la autonomía que registró un mayor superávit, con 1.527 millones de euros, Cataluña fue la más deficitaria, con 3.240 millones. Es decir, las cotizaciones sociales pagadas por los afiliados catalanes han sido insuficientes para pagar las pensiones sufragadas por la Seguridad Social en Cataluña. Le siguen Andalucía y Galicia, con unos números rojos de 3.111 y 2.528 millones de euros, respectivamente.
De hecho, tan sólo tres regiones (Madrid, Baleares y Canarias) y las dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla) serían capaces de financiar las pensiones de sus jubilados con las cotizaciones que pagan sus residentes. El resto precisan de la aportación del resto de españoles, vía cotizaciones o emisión de deuda pública, para poder pagar las prestaciones contributivas.
A nivel provincial, la demarcación más deficitaria de España es Barcelona, con 2.588 millones de euros, seguida de Asturias (2.327 millones) y Vizcaya (1.394 millones). La que presenta un mayor superávit, por el contrario, es Madrid (1.526 millones).
Así pues, "en una hipotética Cataluña separada del resto de España las pensiones sufrirían una disminución del 15% si fueran sólo sufragadas con las cotizaciones de los afiliados catalanes y sin aportaciones de la Seguridad Social estatal", explica el estudio. Como consecuencia, "la pensión media mensual de un pensionista catalán bajaría en 144 euros, pasando de los 948 euros actuales a 804, añade.
El origen del déficit catalán en materia de pensiones está relacionado con tres factores:
- El ratio fundamental para la sostenibilidad del sistema, es decir, la relación entre afiliaciones y pensiones, es de 2,01 en Cataluña, inferior al resto de España (2,08).
- La pensión media que paga el Estado a los pensionistas catalanes es más elevada (un 4.6%) que la del resto de pensionistas españoles.
- El número de pensionistas en Cataluña es sustancialmente superior al correspondiente a su población. En Cataluña, reside sólo el 16% de la población española, pero se cobran el 17,9% de todas las pensiones que paga el Estado.
La Comunidad de Madrid, sin embargo, presenta unos ratios más saludables, ya que registra 2,8 afiliados a la Seguridad Social por pensionista. Además, los madrileños se jubilan más tarde (63,1 años de media) que los catalanes (62,4 años) y tras haber cotizado más años a la Seguridad Social (33,4 años de media) que en Cataluña (32,7 años).