Ha pasado un año desde la victoria electoral de Donald Trump. Aunque el Partido Republicano tiene mayoría en el Congreso y el Senado, sus legisladores no han presentado una propuesta de reforma fiscal hasta ahora. El documento en cuestión sale a la luz después de que la Casa Blanca haya publicado dos documentos que delineaban las líneas maestras de una modificación tributaria orientada a reducir las cargas fiscales soportadas por familias y empresas.
¿Cuáles son los principales elementos recogidos en el plan de los republicanos? A continuación, evaluamos los cambios sugeridos en el Impuesto sobre la Renta:
- Tramos fiscales. El gravamen directo por excelencia contempla siete distintos escalones, pero los republicanos quieren pasar a un esquema de cuatro tipos. Para declaraciones individuales, se aplicaría una tasa del 12% a quienes ganan menos de 45.000 dólares, mientras que el 25% entraría en vigor para contribuyentes con ingresos de entre 45.000 y 200.000 dólares. Por último, quienes ganan entre 200.000 y 500.000 pagarían un 35%, dejando el tramo superior del 39,6% a los estadounidenses con salarios superiores al medio millón de dólares. Si la declaración es familiar, los tipos son los mismos pero los umbrales se duplican.
- Indexación. La propuesta quiere evitar que los tramos se mantengan constantes en un entorno de precios ascendentes. Por tanto, se plantea que los umbrales de tributación sean ajustados anualmente para tener en cuenta el impacto de la inflación, medida por el IPC.
- Tope de deducciones. Aumenta el volumen de las deducciones permitidas en la declaración del Impuesto sobre la Renta, pasando de 6.350 a 12.000 dólares en el caso de los declarantes individuales y subiendo de 12.700 a 24.000 dólares para los hogares que hagan una declaración conjunta.
En cuanto al Impuesto de Sociedades y los gravámenes aplicados a las empresas, estos son los ingredientes centrales de la propuesta republicana:
- Tipo general. Los conservadores quieren que el tipo de referencia del Impuesto de Sociedades baje quince puntos porcentuales, pasando del 35 al 20 por ciento.
- Deducciones. Si sale adelante la propuesta, se ampliarían significativamente las reglas de deducción de inversiones. Las compras de equipamiento y maquinaria podrán ser deducidas por completo en el Impuesto de Sociedades a lo largo de un período de cinco años. Además, se aumentan otros capítulos de deducciones, multiplicando por diez la capacidad de descontar gastos en la declaración final.
- Esquema territorial. Los republicanos quieren adoptar un sistema similar al del resto de países de la OCDE. Hasta ahora, los beneficios obtenidos en el extranjero eran sujetos a un recargo en el caso de ser repatriados. Esto explica la elevada concentración de filiales norteamericanas en "paraísos fiscales": se trata de una estrategia para evitar el "hachazo" adicional que impone el fisco.
Por último, el documento pone encima de la mesa la eliminación del Impuesto de Sucesiones. Durante los próximos cinco años, el gravamen se aplicaría solamente a fortunas superiores a los 10 millones de dólares. Una vez cumplido ese lustro de espera, el tributo desaparecería definitivamente del código tributario estadounidense.
Aumento del PIB, los sueldos y el empleo
Según el análisis de la Tax Foundation, el centro de análisis fiscal más influyente de Estados Unidos, "la propuesta de los legisladores republicanos redundaría en un aumento del PIB del 3,9%, así como una subida de los salarios del 3,1% y un aumento del empleo equivalente a casi un millón de puestos de trabajo a tiempo completo.
Trump se ha mostrado favorable a la propuesta y ha puesto en valor la mayor simplicidad del nuevo sistema. Para ponerlo de manifiesto, el presidente estadounidense compareció junto al congresista Paul Ryan y mostró a los periodistas un boceto de declaración fiscal que, de acuerdo con los cambios sugeridos, tendría el tamaño de una tarjeta postal.